Tras una primera audiencia el martes, la Corte Suprema debe votar este miércoles si juzga al expresidente Jair Bolsonaro, acusado intento de golpe de Estado y de planificar el asesinato de Luiz Inácio Lula Da Silva, tras su derrota electoral en 2022.
La fiscalía sostiene que el exmandatario de ultraderecha lideró una organización criminal con el objetivo de impedir la investidura del líder del Partido de los Trabajadores (PT) mediante un golpe de Estado.
De acuerdo a las imputaciones de "tentativa de abolición violenta del Estado democrático" y "organización criminal armada" que pesan sobre él, Bolsonaro podría enfrentar una condena de hasta 40 años de prisión.
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En un país todavía marcado por la memoria de la última dictadura militar (1964-1985), un juicio contra el expresidente, quien se ha declarado nostálgico de ese periodo, sería histórico.
El presunto plan contemplaba medidas como la elaboración de un decreto para justificar un "estado de defensa" y el potencial asesinato de Lula Da Silva y del juez Alexandre de Moraes. Sin embargo, el plan no se habría consumado por falta de apoyo de los altos mandos del Ejército, según la denuncia.
La investigación vincula también directamente a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia.
La defensa de Bolsonaro
La audiencia, que comenzó el martes, se retomará este miércoles a las 9:30 de Brasil. Durante el primer día de deliberaciones, Bolsonaro estuvo presente en la sala del tribunal en Brasilia, en una extensa sesión retransmitida por televisión.
"Se trata de la mayor persecución político-judicial de la historia de Brasil, motivada por deseos inconfesables, vanidades y claros intereses políticos de impedir que participe y gane las elecciones presidenciales de 2026", había escrito previamente en una declaración.
El expresidente, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, aspira a competir en los próximos comicios a pesar de estar inhabilitado políticamente hasta 2030.
El fiscal general, Paulo Gonet, resumió el martes que el objetivo de la conspiración era "generar acciones que garantizaran su continuidad en el poder, independientemente de los resultados de las elecciones", en las que el líder de la extrema derecha perdió ante Lula.
"Contra el expresidente no se halló absolutamente nada", afirmó por su parte el abogado de Bolsonaro, Celso Sanchez Vilardi. La defensa del ultraderechista ya intentó sin éxito apartar a tres jueces del caso, incluyendo a Moraes.
El poderoso juez, blanco del supuesto plan de asesinato y al frente de varias causas contra el expresidente, fue cuestionado por tener "interés personal" en el caso. Entre los magistrados que decidirán su suerte también figuran Flávio Dino, exministro de Lula, y Zanin, exabogado del presidente.
Bolsonaro planea candidatearse en 2026
Bolsonaro está inhabilitado políticamente hasta 2030 por cuestionar sin pruebas el sistema de urnas electrónicas, pero él confía en que su pena sea revertida o reducida.
"Por el momento, soy candidato", declaró días atrás, al resistirse a respaldar a otra figura de su espacio político. El expresidente brasileño compara su situación con la de Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca a pesar de sus problemas judiciales, y espera que el presidente estadounidense ejerza "influencia" a su favor.
La incertidumbre sobre su futuro judicial y político ocurre mientras el izquierdista Lula, de 79 años, se muestra ambiguo sobre sus intenciones de aspirar a la reelección.
LM/ML