Apenas cuatro meses después de la entrega de la ciudadanía italiana a Javier Milei, la primera ministra Giorgia Meloni cierra la puerta a muchos argentinos. El canciller, Antonio Tajani, anunció este viernes que su país limitará el acceso a la nacionalidad de los descendientes de migrantes italianos.
La nueva medida afecta a centenares de miles de argentinos con raíces "tanas". Si bien el principio de "Ius Sanguinis", es decir, el derecho de sangre se mantiene, a partir de la nueva regulación sólo los descendientes directos de primer y segundo grado podrán tramitar la ciudadanía. Esto significa que accederán los hijos y nietos de italianos, ya no los tataranietos como establecía la regulación anterior.
“A partir de la medianoche ya no se podrá pedir la ciudadanía con las viejas reglas, sino sólo si se tienen hasta a abuelos italianos”, sostuvo Tajani. El Ministerio de Relaciones Exteriores italiano calcula que, desde de 2014 a fines de 2024, los ciudadanos italianos residentes en el exterior aumentaron de aproximadamente de 4,6 millones a 6,4 millones. Muchos de esos residentes son argentinos y brasileños, países que recibieron grandes contingentes de inmigrantes italianos a principios y mediados el siglo XX.
"El principio del derecho de sangre no será abolido y muchos descendientes de emigrantes podrán obtener la nacionalidad italiana. Pero se establecerán límites precisos, especialmente para evitar los abusos o la comercialización de los pasaportes italianos. La nacionalidad debe ser una cosa seria", aseguró Tajani luego del consejo de ministros. La cancillería estima que con la norma que estuvo vigente hasta este viernes, entre 60 y 80 millones de personas en el mundo podían reclamar la nacionalidad italiana.
"Lamentablemente en los últimos años ha habido abusos que iban más allá del verdadero interés por nuestro país", sostuvo Tajani para justificar la medida que fue rechazada por algunos sectores de la oposición de ese país. Además señaló que "se impondrá a los ciudadanos nacidos y residentes en el extranjero y naturalizados italianos mantener lazos reales con nuestro país, ejerciendo los derechos y los deberes de los ciudadanos al menos una vez cada 25 años".
La oposición rechazó los cambios
Tras el anuncio de los cambios migratorios, sectores de la oposición de centroizquierda rechazaron la nueva regulación. De acuerdo a lo informado por la corresponsal de La Nación, Elizabetta Piqué, el diputado Riccardo Magi, del partido +Europa de Italia, dijo: Tajani habla de seriedad, pero hace menos de dos meses el gobierno le dio la ciudadanía al presidente argentino Milei, alguien que en Italia no vivió nunca, que no tiene ningún interés de volverse italiano y que no se siente italiano. Sin embargo, utilizando la ley que el gobierno hoy quiere reformar, pudo volverse italiano gracias a algún antepasado que partió a principios de 1900, con ceremonia de Palacio Chigi y todo”.
“La esquizofrenia del gobierno sobre este tema es evidente, así como es evidente que al gobierno no le interesan para nada todas esas personas que nacen acá, estudian acá, trabajan acá, pagan los impuestos acá, pero que tienen miles de dificultades para volverse italianos debido a una ley de hace treinta años”, señaló Magi, en referencia a la normativa que rige desde 1992 y que ahora profundizó las restricciones.
LM