El mercado inmobiliario en Buenos Aires ha experimentado transformaciones significativas en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los alquileres temporarios y la reducción de la oferta tras la derogación de la Ley de Alquileres. En este contexto, este medio se comunicó con Daniel Zampone, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
En 2023, la oferta de alquileres temporarios superaba las 20.000 unidades, aunque sólo 1.000 estaban registradas en la plataforma del gobierno porteño. Esto se debía a que, en un contexto de contratos de vivienda a tres años y un dólar accesible para turistas, resultaba más rentable alquilar por períodos cortos.
"Era mucho más redituable poner un departamento en alquiler temporario que en alquiler tradicional", explicó Daniel Zampone. Esta tendencia provocó una escasez de viviendas disponibles para contratos largos.
Nuevas modalidades para los inquilinos de alquileres temporarios
Para equilibrar la oferta y la demanda, el Gobierno de la Ciudad implementó un registro gratuito y obligatorio para quienes alquilen de manera temporaria. "Es un trámite sencillo, donde se debe presentar la escritura y el documento del propietario", comentó Zampone.
La derogación de la Ley de Alquileres y su impacto en los alquileres temporarios
Además, la derogación de la Ley de Alquileres permitió que propietarios e inquilinos pacten libremente la duración de los contratos, eliminando el plazo mínimo de tres años. Esto ha generado un aumento en la rentabilidad de los alquileres tradicionales, reduciendo el atractivo de los temporarios.
La competencia entre alquileres temporarios y hoteles ha sido un factor clave. Si bien los hoteles ofrecen más servicios, el costo suele ser mayor, lo que llevó a muchos turistas a optar por departamentos temporarios. Sin embargo, con la suba del dólar, el turismo extranjero se encareció y la demanda de alquileres temporarios se redujo.
Las ventajas de un alquiler tradicional
Otro aspecto a considerar es la rotación de inquilinos. "Cuando alquilas un departamento por dos años, el inquilino cuida la propiedad. En cambio, en los temporarios podés recibir jóvenes que vienen por el fin de semana y pueden ser menos cuidadosos", advirtió el entrevistado. Este factor, sumado a la necesidad de amoblar y mantener en óptimas condiciones la propiedad, ha llevado a muchos propietarios a optar nuevamente por alquileres tradicionales.
Actualmente, la oferta de alquileres para vivienda permanente ha crecido, beneficiando a los residentes de Buenos Aires. "Hoy sí tenés oferta de alquileres de vivienda y menos oferta de temporarios", señaló Zampone. La regulación ha permitido una distribución más equitativa de las unidades disponibles, ofreciendo opciones tanto para residentes como para turistas.