El Indec dio a conocer el índice de inflación correspondiente a enero y se registró un dato ubicado en el 2,2%, por lo cual, se empezó a especular con la posibilidad de que el Banco Central implemente una nueva baja en la tasa de política monetaria. Con el fin de ampliar este panorama, Canal E se comunicó con el economista, Aldo Abram.
Aldo Abram explicó que en Argentina existe una "estacionalidad" en la demanda de pesos. "Hacia fin de año, los argentinos demandan más efectivo por las fiestas y las vacaciones, lo que permite al Banco Central emitir sin que la moneda pierda valor", detalló. Sin embargo, en enero y febrero, ese dinero vuelve al mercado, disminuyendo la demanda de pesos. "Si el Banco Central no retira esos pesos excedentes, la moneda se deprecia y los dólares paralelos suben", advirtió.
Los factores a tener en cuenta a la hora de bajar la tasa de interés
En enero, la tasa de interés bajó de 32% a 29%, lo que algunos analistas consideraron insuficiente. Al respecto, Abram sostuvo que, "el Banco Central debe ser extremadamente cauto" y evaluar bien el momento de una nueva reducción. Destacó que, al reducir la tasa de depreciación del dólar oficial del 2% al 1% mensual, la política monetaria se volvió más exigente, lo que obliga a una gestión más cuidadosa de la tasa de interés.
"Si se baja demasiado rápido, se corre el riesgo de que haya demasiados pesos en el mercado, lo que presionaría al alza los dólares paralelos y generaría incertidumbre", explicó. Según el entrevistado, el Gobierno debe priorizar una reducción paulatina y monitorear constantemente el mercado.
Intervención en el mercado cambiario
En los últimos días, el Banco Central intervino en el mercado financiero con aproximadamente USD 50 millones para contener el precio de los dólares financieros. Abram explicó que esta estrategia busca evitar una brecha cambiaria elevada, lo que podría desestabilizar la economía. "El objetivo debe ser reducir la brecha, no ampliarla", subrayó.
El acuerdo con el FMI y su implicancia en la acumulación de reservas
Otro punto clave fue el posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. "El Gobierno recibiría entre 7.000 y USD 10.000 millones, no para aumentar la deuda, sino para cancelar compromisos del Tesoro y fortalecer las reservas del Banco Central", explicó.
El economista remarcó que la clave en los próximos meses será la prudencia en la política monetaria y cambiaria. "El Banco Central debe evitar decisiones apresuradas que generen incertidumbre y presión sobre el dólar. La estrategia debe ser cautelosa y basada en una reducción progresiva de tasas", concluyó.