Donald Trump inició su segundo mandato como presidente de EE.UU. con una sorprendente recalibración, en una señal de turbulencias que se avecinan para inversionistas y ejecutivos corporativos.
A primera hora del lunes, parecía que Trump iba a aplazar su promesa electoral de imponer fuertes aranceles a las importaciones procedentes de China, México y Canadá.
Los inversionistas se habían estado preparando para una demostración de fuerza económica por parte de Trump, que había dicho que “arancel” era la palabra más bonita del diccionario.
Entonces, un informe de que la administración adoptaría un enfoque más deliberativo de los aranceles ayudó a calmar a los operadores que habían estado comprando dólares a un ritmo vertiginoso y permitió que otras monedas subieran.
Trump anunció que creará un “Servicio de Impuestos Externo” para aranceles
Pero por la noche, Trump pareció dar marcha atrás al menos parcialmente, diciendo que pondría aranceles del 25% a los productos de México y Canadá el 1 de febrero. Para los mercados, eso significaba que volvía la fiebre por comprar dólares.
Los aparentes cambios en la postura arancelaria de Trump en el transcurso de solo unas 12 horas subrayan la magnitud del desafío al que se enfrentan ahora los líderes empresariales de EE.UU. y de todo el mundo.
Trump, que juró el cargo con un grupo de sonrientes multimillonarios y directores ejecutivos del sector tecnológico a su lado, se ha posicionado como el presidente más favorable a las empresas. Los ejecutivos acudieron en masa a visitarle a Mar-a-Lago, su club privado de Florida, donde se respiraba un ambiente festivo tras la elección.
Sin embargo, el rápido despliegue de políticas ofreció un anticipo de cómo Trump probablemente obligará a empresas, líderes corporativos e inversionistas a ajustarse en tiempo real a las cambiantes prioridades. Las primeras horas fueron un recordatorio para todos los que hacen negocios en EE.UU.: no te fíes de lo que prometió Trump; fíjate en lo que hace.
Otras promesas políticas con el potencial de traer cambios significativos para las principales industrias estadounidenses se pusieron en práctica de inmediato. Trump no perdió tiempo en emitir una serie de órdenes ejecutivas sobre inmigración que podrían tener un gran impacto en los mercados laborales. Y los funcionarios de la administración esbozaron medidas para impulsar la producción de petróleo por encima de sus niveles ya históricos.
Las declaraciones de las empresas por las promesas de Donald Trump
Líderes empresariales de todo el mundo comenzaban el martes a asimilar y analizar las turbulentas primeras horas del regreso de Trump al poder.
“Las últimas 24 horas están mostrando que va a haber muchos cambios que todos tenemos que digerir”, dijo Mary Erdoes, directora ejecutiva del negocio de gestión de patrimonio de JPMorgan Chase & Co. en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
“Tenemos una sala de guerra preparada para analizar y evaluar todas y cada una” de las políticas, dijo Erdoes. “Así que han estado despiertos toda la noche y y están trabajando en ello”.
Volkswagen AG indicó que está preocupada por el potencial daño económico que podrían causar los aranceles. El fabricante de automóviles alemán dijo en un comunicado que seguía siendo “un firme defensor del comercio libre y justo”.
Una de las motivaciones de Trump para imponer los aranceles ha sido empujar a más empresas a producir bienes en EE.UU. VW señaló que había gastado más de US$5.000 millones en una planta en Chattanooga, Tennessee, y que emplea directa o indirectamente a decenas de miles de personas en EE.UU.
Los fabricantes de automóviles son algunas de las empresas que probablemente se verán más afectadas por los cambios previstos por Trump en materia de comercio y otros frentes. El gobierno tiene la intención de desechar los mandatos existentes destinados a presionar a la industria automotriz más rápidamente hacia la electrificación, a pesar de que la mayoría de los fabricantes de automóviles ven los vehículos eléctricos como clave para su crecimiento en el futuro.
Los líderes empresariales, incluidos los que comparten las opiniones de Trump sobre regulación e impuestos, se han estado preparando para responder a otros posibles cambios políticos.
Un consultor corporativo que trabaja con grandes empresas públicas dijo esta semana que un cliente, una importante firma relacionada con el transporte, había convocado a un equipo interno de ejecutivos para trazar estrategias para diferentes planes arancelarios que podrían estar por venir.
Otros han estado planeando restar importancia o eliminar programas destinados a mejorar o reforzar la diversidad de los empleados, en previsión de una ofensiva federal contra las llamadas políticas DEI, dijo el consultor.
Por otra parte, Vas Narasimhan, director ejecutivo de la farmacéutica suiza Novartis AG, dijo que pensaba que la preocupación por las posturas de la administración Trump sobre las vacunas y otros asuntos de política sanitaria era exagerada, y que estaba ansioso por hacer retroceder las políticas de la era Biden que, según él, sofocaban la innovación.
Wall Street se enfrenta a la difícil tarea de cuadrar la incertidumbre sobre las políticas de Trump con la persistente ansiedad sobre la inflación y los próximos movimientos de la Fed. El alcance potencial de las medidas comerciales proteccionistas y el calendario para su aplicación siguen siendo una incógnita. La Casa Blanca dijo el lunes en su página web que Trump presentará una política comercial de “Estados Unidos primero”.
Mientras tanto, los inversionistas están pendientes de las ganancias empresariales y buscan señales de que las empresas puedan mantener el impulso que llevó a las acciones a múltiples récords el año pasado.
Los fabricantes de automóviles europeos cayeron el martes, ya que la amenaza de Trump de imponer aranceles a México agravó los problemas del grupo, mientras que los bancos españoles con operaciones en México se rezagaron. Por su parte, los valores chinos cotizados en EE.UU. subieron.
Wall Street se enfrenta a una difícil tarea: conciliar la incertidumbre sobre las políticas de Trump con la persistente ansiedad por la inflación y los próximos movimientos de la Fed. El alcance potencial de las medidas comerciales proteccionistas y el cronograma para su implementación sigue siendo una pregunta abierta.
Traducción editada por Paulina Steffens.