Por qué los hidrocarburos fueron protagonistas en el superávit fiscal

Durante los primeros siete meses del año, los subsidios al sector energético se redujeron, generando un ahorro de 2533 millones de dólares en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Cuál es el balance entre importación y exportación

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Juan José Carbajales, politólogo y ex subsecretario de Hidrocarburos de Argentina, quien expresó que este año “la balanza comercial energética pasó a ser superavitaria después de varios años”. 

Según el entrevistado, históricamente, el balance entre importación y exportación de energía era deficitario para Argentina. Y agregó: “Este déficit se debía principalmente a la importación de gas natural y combustibles durante el invierno, junto con la baja o estancada exportación de crudo”.

Qué sucede con el gas licuado

En cuanto a las importaciones de gas natural licuado, el entrevistado explicó que “fueron reemplazadas por una mayor producción local” gracias al Plan Gas y al gasoducto Néstor Kirchner, junto con otras obras. Además, “se redujeron los costos de importación y aumentó la capacidad de generación hidroeléctrica, que también ha reemplazado el uso de gas”, añadió.

Por otra parte, Carbajales mencionó que el desarrollo de Vaca Muerta permitió un incremento en las exportaciones de crudo y gas natural hacia países vecinos. “Este conjunto de factores llevó a un superávit estimado de 4000 millones de dólares en la balanza comercial energética para este año”, destacó.

Cuáles son los planes a futuro

Con respecto a los planes a futuro, el politólogo aseguró que el desafío ahora radica en las nuevas obras, como la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner, que “ya no serán financiadas ni ejecutadas por el Estado a través de obra pública, sino que dependerán del sector privado”. 

Para finalizar, Carbajales dijo: “Se espera que el próximo gobierno, sin importar su orientación política, se beneficie de la culminación de estas obras y proyectos, aunque el ritmo de inversión a largo plazo podría desacelerarse”.