Concientización

Por año, se desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo

La cantidad de alimentos que se producen pero no se consumen es considerable. Estos desperdicios generan impactos negativos tanto en lo económico como en lo ambiental.

Día de la Concientización sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos (Freepick)

Cada 29 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Esta fecha tiene como objetivo destacar la urgente necesidad de financiar iniciativas que reduzcan el desperdicio de alimentos y promuevan un desarrollo más sostenible.

Dónde se origina el desperdicio de los alimentos

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el ingeniero químico y docente de la Universidad Tecnológica Nacional, Matías Hallú, quien contó que aproximadamente “el 13% de los alimentos se pierden dentro de la cadena productiva, especialmente durante el proceso de cosecha y venta de frutas y verduras”. 

Según el entrevistado, “esta merma es significativa, pero es aún más alarmante cuando la comparamos con el 19% que se desperdicia en nuestros hogares”. Y agregó: “Esto indica que debemos enfocar nuestros esfuerzos en la reducción del desperdicio a nivel doméstico, porque es un problema que crece día a día”.

Con respecto a la gravedad de la situación, Hallú mencionó que se evidencia en la creciente cantidad de personas que sufren de hambre crónica a nivel mundial. “Desde el 2014, se ha observado una tendencia alarmante, y en 2019, la ONU lanzó una iniciativa para tomar conciencia sobre el desperdicio de alimentos, comenzando su implementación en 2020”, explicó y añadió que esta preocupación global se justifica al considerar que, “en la actualidad, hay alrededor de 735 millones de personas que padecen hambre en todo el mundo”.

Cuáles son los "malos hábitos" que contribuyen a la crisis

En cuanto al problema, Hallú sostuvo que no radica en la escasez de alimentos, sino en la mala distribución y el manejo inadecuado de los mismos. “Muchos de nuestros hábitos de compra contribuyen a esta crisis, como por ejemplo, tirar comida o no reutilizarla ni prestarle la atención necesaria”, siguió.

Al ser consultado sobre los número que se manejan en la Argentina, el docente mencionó que, “se estima que hay alrededor de 8.5 millones de personas que no cuentan con los recursos necesarios para acceder a una alimentación básica”, dejando en evidencia “una realidad alarmante que se asemeja a lo que sucede a nivel global, donde el 10% de la población enfrenta situaciones de hambre crónica”.

En continuidad con el tema, Hallú sostuvo que, “si lográramos redistribuir los alimentos de manera eficiente, podríamos proporcionar al menos 1,3 comidas diarias a cada persona que actualmente sufre de hambre”. Y cerró: “Esta cifra refleja la necesidad urgente de abordar el desperdicio de alimentos con un enfoque renovado y comprometido”.