“Argentina comienza a insertarse en este nuevo sistema internacional multipolar porque este G20 tuvo mucho aroma a BRICS”

Argentina dijo presente en la cumbre del G20 y el Presidente Javier Milei dio una muestra de pragmatismo absoluta a la hora de saludar a Lula Da Silva y reunirse con el presidente de China, Xi Jinping. Con el fin de hablar más sobre este tema, Canal E se comunicó con el analista político, Alejandro Laurnagaray.

“Argentina comienza a insertarse en este nuevo sistema internacional multipolar, porque este G20 tuvo mucho aroma a BRICS más que a G20 en sí y más que a G7”, comentó Alejandro Laurnagaray. “Tuvo un aroma a BRICS desde las fotos, las reuniones y el peso geopolítico que están teniendo los líderes, vimos a un ilógicamente deslucido Biden que está de salida y habrá que ver cómo se reacomoda Trump”.

La exigencia del sistema internacional

Posteriormente, Laurnagaray planteó: “El sistema internacional acomoda a los jugadores, acomoda el comportamiento de los actores internacionales y constriñe, por eso lo vimos al Presidente Milei reunido lo más contento con el presidente chino por interés”. Luego, manifestó que, “en la política internacional debe primar el interés nacional, que sea en favor del pueblo y no simplemente un interés ideológico que muchas veces es un poco forzado”.

Javier Milei pisó territorio de los BRICS asistiendo al G20

“Desde la postura ideológica de Milei, fue de visita a un territorio de Lula Da Silva, territorio de los BRICS y territorio también de la mayor parte de occidente, porque la línea ideológica que tiene el Presidente no representa a occidente”, sostuvo el entrevistado. “El G20 es un foro de debate, de reuniones, ninguno de sus documentos tiene ningún tipo de obligatoriedad o porque se firme hay un compromiso legal”, complementó.

Por otro lado, el analista político señaló: “En las relaciones económicas y la inversión comercial, Brasil es un socio comercial fundamental, clave y principal de la República Argentina históricamente”. A su vez, remarcó que, “por más que haya discrepancias diplomáticas o cuestiones personales, la responsabilidad de los gobernantes, frente a los intereses del país, debe estar ante toda cuestión personal que pueda perjudicar esas relaciones bilaterales”.

A modo de cierre, Laurnagaray expresó: “Uno puede tener su visión ideológica, pero uno no tiene el derecho y no debe inmiscuirse e intervenir en la posición o la postura ideológica de otro país, uno puede defender su postura pero tiene que respetar la del otro y mejorar las relaciones comerciales”.