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GRAN EXITO

Una vez más Topa se consagra como el rey de los infantiles en vacaciones de invierno

Repuso Es Tiempo de Jugar en El Nacional a pedido del público. Es que este espectáculo de gran calidad, y en el que está muy bien acompañado, merecía un regreso a la cartelera en el receso invernal. Arriba del escenario deja todo mientras no se le escapa ningún detalle de lo que ocurre en la platea. Un show del que participa toda la familia.

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Diego Topa vuelve a El Nacional con Es tiempo de jugar, su exitoso espectáculo. Sólo en vacaciones de invierno. | Vivo.

A lo largo de su carrera ha sabido ganarse el amor del público. Y no sólo del infantil. Desde sus comienzos en el mundo del espectáculo Diego Topa compartió ese ángel y carisma innatos que lo convirtieron primero en estrella juvenil y luego en la revelación infantil. Pero no se limita sólo a los niños ese atractivo, ya que los adultos también caemos bajo su influjo positivo. Eso se nota en cada nuevo espectáculo teatral que llega en vacaciones de invierno y llena, como desde hace varios años, las dos funciones diarias del Teatro El Nacional (Av. Corrientes 960, CABA). Allí se los ve a todos, grandes y chicos, bailar, disfrutar, cantar y sorprenderse con Es Tiempo de Jugar, un espectáculo que además de apoyarse en el carisma de su protagonista principal tiene un gran esfuerzo de producción visual y sonora: desde un vestuario atractivo y moderno pensado por Jorge López a las impactantes luces de Teo del Mastro, nada está librado al azar bajo la conducción de Emiliano Dionisi.

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En cuanto a las coreografías, de Gustavo Carrizo, son simples para que los chicos puedan copiarlas (que obviamente hacen) pero efectivas para que personas de todas edades las reproduzcan. Un gran hallazgo.

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Además, la propuesta tiene una historia, muy bien llevada, divertida y apoyada en una visuales impactantes y en maravillosos efectos de títeres y teatro negro: la idea es que Topa viaja en una máquina del tiempo al pasado y se encuentra con dinosaurios, a los años '70 y brinda un mini concierto con los éxitos de Palito Ortega y Rafaella Carrá (todo un guiño para los abuelos), y al futuro, para maravillarse con los adelantos tecnológicos. Y él es el único que canta durante la hora y pico que dura, muy bien acompañado por los excelente Andrea Lovera y Ramiro Delgado, así como por un equipo de cuatro bailarines incansables.

El amor por Diego Topa

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Todo está dado para el disfrute de grandes y chicos, incluso los pasos de stand up auténtico cuando Diego revela que ya es la segunda función del día y necesita descansar, si saluda a alguien conocido en la platea a puro grito de alegría o reconoce que los padres y abuelos disfrutan tanto como las niños que llevaron al teatro. Es que no se le escapa nada de lo que pasa bajo el escenario, tal es su dominio del show. Un show impecable, pensado con cariño y responsabilidad para toda la familia, que cierra con exitazos como Me Muevo Para Aquí y Sé Como Tú Quieras Ser cantados por todos de pie, felices arriba y abajo del escenario.     

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No es casualidad que Topa sale del teatro al terminar la segunda función en medio de un vallado que termina en el auto que lo llevará a descansar, y de cada lado de las vallas hay familias que lo aplauden, lo saludan y se sacan fotos con él, recordando las épocas en que Susana Giménez hacía Sugar y vivía la misma experiencia. Un ídolo. Todavía queda una semana para disfrutarlo. Encontrá acá más info sobre las entradas.