Mucha agua corrió debajo del puente desde que en 1997 el cantautor español sacó su primer disco, Atrapados en azul. Pero el romance con el público argentino -y su magia- siguen intactos y se confirmó ayer por la noche, cuando unos 20 minutos pasadas las 21, hora en la cual estaba programado el comienzo de su show en el Movistar Arena, salió finalmente a escena Ismael Serrano para confirmar su vigencia como uno de los artistas de habla hispana más importantes del momento. Este show fue distinto, único, y quienes ya lo han visto en otras oportunidades habrán notado la diferencia apenas llegaron al estadio, ya que las decenas de instrumentos y músicos a oscuras anunciaban que habría una sinfónica acompañando al artista. De hecho, no en vano esta serie de conciertos se llaman Sinfónico y a la impecable voz del madrileño se suma una imponente orquesta de más de 40 músicos de primer nivel en el escenario.
Las canciones se sucedieron unas a otras y el público local deliró con cada gesto, cada mirada cómplice y cada estrofa. Por supuesto sonaron los infaltables Papá cuéntame otra vez, Vine del Norte, Ana, Vértigo, Sucede que a veces, y los más nuevos como Estaré ahí -aquí hizo una mención especial y contó que se la dedicó a su hijo- o la bella Nieve.
El show duró más de dos horas y fue prolijo, emotivo y prácticamente sin fallas. Ismael se mostró de buen humor durante toda la noche y nuevamente, como en presentaciones anteriores, invitó al escenario a Camilú, la cantante y compositora nacida en Puerto Madryn que mantienen una gran relación con el español. Juntos cantaron la dulce Cállate y baila, sacando lágrimas en muchos de los deleitados espectadores que, dicho sea de paso, colmaron el Movistar Arena. De hecho, a simple vista no cabía un alfiler.
A nivel público, lo que nuevamente se confirma es que a Serrano lo escuchan y siguen personas de lo más heterogéneas: hombres, mujeres, parejas, jóvenes, amigos, amigas y muchas familias que disfrutaron hasta la última de sus más de 15 canciones.
En definitiva, una vez más Ismael Serrano mostró por qué es tan querido en nuestro país y aunque aún restan algunas presentaciones, ya se lo extraña como a un amigo que viene de visita porque simplemente vive un poco lejos.
Informe: Gabriel Cohen.