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Pablo Gorlero consolida su éxito personal como autor y director teatral

Con una larga trayectoria en el periodismo, decidió apostar por la actividad que lo hace más feliz. Hoy tiene cuatro obras en cartel en las que desempeña alguna o las dos tareas: Minoica, Alma Mahler, Gayola en París y El zorro, el labrador y el buen hombre. Así demuestra su ductilidad y sensibilidad.

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El zorro, el labrador y el buen hombre es una de las cuatro obras que tiene en cartelera en estos momentos Pablo Gorlero. | Vivo.

Hay decisiones que se toman rápido, otras llevan mucho tiempo, y la mayoría se ejecutan porque hasta el universo pone todas las cartas sobre la mesa para que así se concreten. Como cuenta en la entrevista Pablo Gorlero, destacado periodista de espectáculos del diario La Nación, dejar una de las publicaciones más importantes del país fue casi cantado. durante la pandemia Si bien mantiene su actividad periodística con el programa de radio Ciudad Parece que Viene Bien, lo cierto es que, como especialista en teatro, se fue acercando cada vez más a esa rama del arte, al comienzo escribiendo libros sobre la temática, después haciendo sus propias obras y, ya más asentado, como director.

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Hoy Gorlero participa como autor y/o director en cuatro obras que están en cartelera: Minoica en Picadilly Teatro, Gayola en París en Patio de Actores, Alma Mahler sinfonía de vida, arte y seducción,  en el Centro Cultural de la Cooperación y una para toda la familia, El zorro, el labrador y el buen hombre, en el Teatro del Pueblo. Sin dudas está 100 % dedicado a la actividad teatral y así lo expresó con tranquilidad y una gran sonrisa (que demuestra lo acertado de la decisión) en esta charla:

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Así fue como reveló que empezó "a dirigir teatro hace 14, 15 años y cada vez se me iban sumando más proyectos, me entusiasmaba más y se dificultaba compatibilizarlo con el trabajo de periodista. Me dí cienta de que me hacía muy feliz generar un espectáculo. La pandemia me hizo pensar en desafiarme a mi mismo y hacer un cambio en mi vida. ¿Cuánto voy a esperar para hacer lo que realmente me hace feliz?". Habiéndose animado al cambio, comenzó a escribir más teatro, a hacer versiones de otros autores para las puestas y a dirigir, todas actividades de las que reveló cómo se maneja tras bambalinas: "Escribiendo soy disciplinado y muy obsesivo, me enamoro de los proyectos que encaro y no paro. Pero escribir dos obras a la vez para mí sería como ser bígamo".

Qué fortuna haber encontrado un espacio para desarrollarse. Ahora es el turno de los espectadores de ver estas propuestas y así completar la magia del teatro.