La banda de cumbia más grande de México visitó nuevamente nuestro país para brindar dos shows en el Movistar Arena e invitar a bailar y cantar con los más grandes éxitos de esta histórica agrupación. El concierto empezó puntualmente a las 20 con los teloneros MyL (Majo y Lucas), que calentaron la noche con una breve presentación de media hora para dar pie a que la gente siguiera entrando y ubicándose en el gran predio del Movistar.
Y no fue hasta pasadas las 21 que ante el griterío general salieron Los Angeles Azules para interpretar Entrega de amor, seguido por Las maravillas de la vida y todo fue una fiesta.Ya sabíamos que iban a tener invitados especiales (como ocurrió en ambos conciertos porteños). La primera fue Marcela Morelo, con quien hicieron MI único amor, seguido por el hitazo Y la hice llorar. El resultado fue una combinación de la voz privilegiada de Morelo, a quien la cumbia no le resulta ajena en el repertorio actual, combinada con el ritmo alegre que los mexicanos vienen creado desde hace décadas.
El segundo invitado fue Juan Ingaramo, quizás inesperado para los seguidores de este género popular. Junto a él Los Angeles Azules hicieron Awy Amor. Depués vino el turno de El Polaco, con quien hicieron Te necesito, y posteriormente Angela Leiva y Pablo Lezcano, con La cumbia del infinito.Lo bueno que que, entre cada uno de los invitados, los protagonistas de la noche repasaron las canciones que componen su extenso repertorio, para cerrar la noche a pura cumbia mexicana con Como te voy a olvidar, 20 Rosas y Nunca es suficiente, como cierre de su extensa y festejada presentación.
No se puede negar la energía única que le transmite al público, una alegría desde el primer tema que los obliga a moverse con sus canciones de amor, de corazones rotos, de fiesta e historias que trascendieron varias generaciones. Y hay que destacar la musicalidad de estos eximios intérpretes, ya sea desde la potencia de la percusión y los vientos, a la melodía imbatible del bajo y las guitarras, que se complementan con unas voces maravillosas que completaron el disfrute en cada una de las dos noches que los tuvimos aquí. Seguramente (como ya dijimos en su cinco sold out del Luna Park) pronto volverán.
Informe; Maximiliano Olivera,