Todvía quedan fechas para ver Disney Celebra: una Navidad inolvidable, el primer espectáculo sobre la temática que se desarrolló en el país con la dirección de Ariel del Mastro y la energética conducción de Laurita Fernández y Diego Topa. Para llevar adelante un venue que albergara de forma envolvente a una 30.000 personas, se eligió el Campo Deportivo de la Ciudad Universitaria, que además incluye estacionamiento pago, y hasta carritos de golf para trasladar a las personas con problemas de movilidad y a las madres con niños pequeños, para hacer las siete cuadras que hay que caminar hasta llegar a la antesala del show. Se recomienda ir temprano porque, además del espectáculo, hay muchos puestos de marcas con activaciones pensadas para toda la familia y los infaltables stands de comida y bebida (desde café a helados, pasando por pizza, empanadas y panchos) que están abiertos durante todo el tiempo en que permanece la gente en el lugar.
Y lo mejor es que, como se espera de algo que tiene la firma Disney, el personal es muy amable, atento, siempre dispuesto a ayudar con una sonrisa y a resolver cualquier duda. Realmente la organización fue impecable.
Ahora vayamos al show, apoyado en un impresionante telón de fondo cubierto con pantallas de video, una plataforma central por la que se trasladaban cantantes, bailarines y conductores hasta un gran árbol de Navidad con la consigna de lograr que se encendiera al llevar los deseos que los espectadores habían pedido antes en pantallas táctiles ubicadas en la antesala. Para lograrlo, los conductores ataviados con mucho brillo fueron presentando los diferentes momentos del espectáculo, inevitablemente basados en los grandes éxitos animados de la factoría, desde Moana a Aladdin (maravilloso y muy alegre momento protagonizado por el querido Diego), Encanto y Frozen, que ya es un clásico para todas las edades.
Cada cuadro, muy bien ensamblado con el anterior, aportó brillo, alegría y luz de la mano de un equipo de cantantes de primer nivel en el que se destacaron Pablo Turturiello y Micaela Romano, especialmente ella en el segmento dedicado a Hércules. Laurita aportó su encanto y calidez, tanto en el momento de la conducción como en las interpretaciones individuales.
Por supuesto que no faltaron los personajes más antiguos de Disney: Minnie, Donald, Daisy, Pluto, Goofy (convertido en DJ como en los largometrajes que protagonizó) y por supuesto Mickey, que fue la estrella presentada sobre el final. Pero antes Soledad Pastorutti se llevó una vez más el amor de los espectadores cuando cantó el tema navideño Santa Claus llegó a la ciudad y dos de su repertorio, la última de las cuales, El Tren del Cielo, fue cantada por todos los espectadores.
Si bien son esperadas, y disfrutadas, las versiones de los clásicos temas de las películas animadas de Disney marcan la falta de renovación y que en cada nuevo espectáculo se recurre a lo mismo, ejecutadas de la misma manera en que los compusieron, entre otros Alan Menken y Howard Ashman o Lin Manuel Miranda, con excepción de una versión roquera muy buena que sorprendió de un tema de El Rey León (anticipando el estreno de Mufasa, su lvie action, la semana que viene) de Can You Feel the Love Tonight, justamente aportando un toque necesario de frescura e innovación al espectáculo.
También tuvo una participación especial en la función del sábado 17 (de luna llena como parte impensada de una escenografía soñada) la dulce Angela Torres (con anterioridad fue Karol Sevilla y en las representaciones que quedan de 17 y 18 de diciembre el espacio lo ocupará Florencia Bertotti), siempre apoyada por los 20 bailarines y una banda en vivo que incluyó un sector de vientos y que sonó espectacular.
Realmente la puesta en escena, el vestuario (salvo el sobretodo con que Topa sale al comienzo que no le sienta bien), el sonido y los efectos especiales que se multiplicaron en las más de dos horas de función, incluyendo explosiones y fuegos artificiales, completaron un espectáculo imponente, muy aplaudido en el que cada participante, que realmente creyeron que, durante su participación, estaba dentro del fragmento de película que se cantaba y bailaba. Así lo hicieron saber las miles de personas con su entusiasmo y amor, especialmente cuando en el final lo nombraron a Topa y estallaron los aplausos. Sin dudas este show quedará como un hito más de la calidad que Disney suele entregarle al público. Quedan dos funciones aún, 17 y 18 de diciembre. Encontrá acá más info sobre las entradas.