La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental de la Ciudad (Ufema) logró rescatar 51 gatos y 2 perros que se encontraban hacinados y en pésimas condiciones sanitarias en un departamento sobre la calle Alberti al 500.
El caso surgió por la denuncia de vecinos por olores nauseabundos y proliferación de ratas, cucarachas y moscas que afectaban a las viviendas linderas, por lo que la Ufema inició la investigación para constatar las denuncias.
Una vez comprobada la situación, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad coordinó el allanamiento, que se realizó juntamente con la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad y la Unidad de Coordinación de Sanidad Animal de la Agencia de Protección Ambiental del GCBA.
Los animales se encontraban en mal estado, hacinados y sin condiciones higiénico-sanitarias ni cuidados veterinarios, por lo que en estas horas se está coordinando su traslado y reubicación en hogares de tránsito.
El fiscal Carlos Rolero Santurián, a cargo de Ufema, imputó a la responsable por omisión de recaudos y mantenimiento de animales domésticos en condiciones inadecuadas. Asimismo, ordenó tareas de limpieza y desinfección del domicilio.
Interviene el Juzgado PCyF 6, a cargo de Gonzalo Rúa, que hizo lugar al pedido de allanamiento de la Ufema.
Antecedentes. No es la primera vez que la Justicia interviene en defensa de animales maltratados. En otra oportunidad se realizó un allanamiento en una vivienda de la calle Tacuarí al 1200, en Constitución, y se rescató a un perro que estaba abandonado allí hacía diez días aproximadamente, sin agua ni alimento. Los dueños de la propiedad se habrían ido y el animal estaba solo, sin agua ni comida.
Por tal motivo, el fiscal solicitó la orden de allanamiento correspondiente y se logró realizar la inspección. En la misma se pudo determinar que el animal se encontraba en una situación de encierro en un ámbito que evidenciaba falta de cuidado, sin las condiciones de higiene mínimas necesarias. Al momento de la inspección, el can no tenía alimentos ni agua.
El perro fue revisado por un veterinario y se determinó que las condiciones no eran las aptas para su permanencia, por lo que el fiscal ratificó el secuestro del animal, que fue efectuado por personal policial. Luego, se lo entregó a la ONG Amigos de la Casa “en carácter de depositario judicial, y se imputó a la mujer a cargo del animal por omisión de cuidados y mantención en condiciones inadecuadas.