La polémica en Mendoza ya se desató. El gobernador Celso Jaque piensa en la idea de implementar la castración química para terminar con las estadísticas provinciales que indican que “una persona cada tres días” es víctima de violación. Organismos de derechos humanos ya se alzaron en contra de esta medida. Perfil.com consultó a especialistas y familiares de víctimas para conocer su opinión sobre el caso.
“La castración química es lo opuesto a la física. Es la utilización de sustancias que generan hormonas femeninas anti-testorena para bloquear el efecto. El objetivo que se busca es anular el efecto agresivo, o la pulsión sexual exagerada”, explicó el doctor Enrique de Rosa, psiquiatra y sexólogo. “ No es tan claro en el violador que interrumpir ese nivel alto de testorena que lo lleva a cometer las violaciones va a inhibir el comportamiento. Porque en realidad tiene una alta dosis de elementos psicológicos y constitucionales”, agregó.
El doctor León Gindín, profesor titular de sexualidad y salud de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), ha estudiado sobre el tema y cree que se equivocan en el gobierno de Jaque al pensar en implementarlo con los violadores reincidentes. “La combinación de psicoterapia más drogas que bajan el deseo sexual funciona en un alto porcentaje de casos de violadores no reincidentes. Para los reincidentes el tema es que la gente pide Justicia. No podés darle una droga y decirle 'andá a la calle”.
“Es una aberración. Creo que este hombre (por el gobernador Jaque) ha estado varias horas sin dormir y el hecho de no poder conciliar el sueño hizo que se le ocurriera esta macabra idea. Me parece que se ha olvidado de leer la Constitución. En el artículo 75, inciso 22, claramente habla del derecho a la vida donde atacar a un cuerpo es un delito penal”, opinó ante Perfil.com Maria Elena Leuzzi, madre de una víctima y presidenta y fundadora de la Asociación de Víctimas de Violación.
El doctor Andrés Rascovsky, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, aseguró que “los violadores son perversos y que a estos les falta cierta instancia psíquica que a nosotros, los 'normales', nos hace tener culpa, porque tenemos una vigilancia interior. Ahora cuando falla esta vigilancia interna, cuando hay un defícit en la estructuración psíquica, tenemos que pensar que hay que poner un control externo. Puede ser que un control externo sea una castración química, si es transitoria”.
“No me parece que ayudaría la implementación. Por el control que habría que hacerse, el costo, el ente encargado de distribuirlos que no puede hacerlo, como pasa con la mayoría de los medicamentos en este país.¿ Te pensás que va a llegar a todos los violadores perfectamente y va a haber alguien que esté controlando?. Siempre termina por no cumplirse”, reflexionó el doctor Hugo Signori, presidente del Comité de Ética de la Federación Argentina de Urología.
El doctor De Rosa concluyó con que “el tema no es tan parcial como para decir que va a disminuir los casos y no va a pasar nada. El perverso puede no tener la urgencia o la pulsión, pero puede tener la necesidad perversa de someter a la víctima. Necesite el sufrimiento del otro, o la dominación del otro”.
(*) redactor de Perfil.com