Aunque para muchas personas y medios la obesidad es -básicamente- un tema estético, lo verdad es que “es más complejo”. Para la Organización Mundial de la Salud, “es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede afectar la salud y -sobre todo- aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles". Desde una diabetes a enfermedades cardiovasculares, hipertensión e, incluso, a ciertos tipos de cáncer.
Eso sin contar problemas de salud mental como ansiedad, fobias y depresión.
El problema está, además, agravándose, ya que, según la OMS, desde 1975 al día de hoy las cifras de obesidad se han triplicado en todo el mundo. Y afecta actualmente a más de 800 millones de personas en el planeta, con el deterioro y acortamiento de la calidad y expectativa de vida de quienes la padecen.
Obesidad: avanzar sin mitos pero con soluciones
Por todas estas cifras preocupantes, hoy -4 de marzo- se recuerda con preocupación un nuevo Día Mundial de la Obesidad y se busca concientizar.
¿Qué pasa en Argentina?
En América Latina y el Caribe, la situación del peso excesivo es particularmente preocupante: de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el sobrepeso y la obesidad afectan a cerca del 60% de la población adulta y a un 33% de los niños y adolescentes de la región.
En nuestro país también la obesidad tiene una alta incidencia: más del 50% de la población en Argentina tiene exceso de peso, según los números que recopila el Ministerio de Salud. Y esto aumenta el riesgo de tener más de 200 problemas de salud, como, por ejemplo, diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer.
Es un problema de salud crónico: no aparece en un día y tampoco se soluciona en una semana.
¿Por qué este signo corporal –que hasta hace pocos años era asociado con “buena salud”– es hoy un mal indicio de lo que viene?
“Porque hoy sabemos que los kilos de más, la “acumulación excesiva de grasa corporal”, pueden acarrear otro tipo de enfermedades complejas como diabetes o hipertensión”, responde el médico Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de Obesidad (SACO). Y detalla: “Hoy consideramos que la obesidad es una enfermedad multifactorial, y los factores que la provocan son varios. Desde seguir dietas desequilibradas, a cierta predisposición genética, cambios hormonales y se suman diferentes problemas psicológicos”.
Las consecuencias para la salud
¿Cuáles son las consecuencias que acarrean los kilos de más a lo largo de los años? Según un documento de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), “la obesidad es un factor de riesgo independiente que acelera el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, tales como insuficiencia cardíaca y arritmias. Y Ezequiel Forte, director del Consejo de Cardiometabolismo de la SAC, detalló que “la obesidad es la responsable del desarrollo de gran parte de las denominadas “enfermedades no transmisibles”. En concreto, según Forte, el exceso de grasa corporal o su anormal distribución producen un estado inflamatorio y se asocian con distintas complicaciones metabólicas como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, alteraciones endocrinológicas e inmunológicas e –incluso– ciertos tipos de cáncer, hígado graso, dificultades para dormir, depresión e infertilidad, entre otras condiciones”.
Un grupo de expertos propuso una nueva ley para el tratamiento de la obesidad
Ante esta situación, los especialistas destacan la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos personalizados y, además, hacer prevención por medio de la educación en temas de salud. Eso sería, por ejemplo, impulsar políticas que promuevan la alimentación saludable, la actividad física y un tratamiento oportuno.
¿Cómo conocer tu índice de masa corporal y realizar un test de riesgo de obesidad de forma gratuita? Se puede visitar la web “Hablando de Obesidad” una plataforma que brinda información actualizada sobre este tema.
7 consejos para bajar de peso y sentirse mejor
- Realizá 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
- Aumentá el consumo de frutas, verduras y de pescado.
- Elegí leche, yogur y queso preferentemente descremados.
- Disminuí el consumo de alimentos ultraprocesados con mucha azúcar, grasa y/o sal, como las golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Dejalos para ocasiones especiales.
- Preferí alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar. Reemplazar la sal por condimentos como orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo.
- El alcohol aporta calorías y no aporta nutrientes. Limitá su consumo.
- Realizá al menos 150 minutos de actividad física a la semana a intensidad moderada, sumando como mínimo bloques de 10 minutos. Agregá dos sesiones semanales de ejercicios de fortalecimiento muscular.
