La provincia de Buenos Aires presentó esta semana su propio plan de acción contra el dengue.
La idea es darles pelea a los explosivos números de la temporada 2023-2024, que registró unos 110 mil casos en la Provincia, mientras que el período anterior había rondado los 9 mil casos.
Entre las medidas de prevención que anunciaron el gobernador Axel Kicillof y su ministro del área, Nicolás Kreplak, figura una inédita: la Provincia comprará 250 mil esquemas de vacunación preventiva al laboratorio fabricante Takeda.
Esta vacunas se usarán prioritariamente para personas de entre 15 y 59 años que tuvieron dengue el año pasado, y sobre todo para quienes vivan en la zona del AMBA, que fue la que tuvo mayor cantidad de casos.
Se espera que la aplicación comience en octubre y ya tienen lista la convocatoria a los vacunatorios a 80 mil personas de PBA que cumplen con esos criterios.
También se decidió que la obra social IOMA cubra el 30% del costo del valor de las dos dosis a sus afiliados que quieran recibirla. Esta movida se aparta de las políticas sugeridas por el Ministerio de Salud de Nación, que priorizó la compra de inmunizaciones para repartir en algunos distritos de algunas provincias del norte argentino, donde el dengue circula en forma intensa durante todo el año.
La vacunación estará acompañada por una nueva campaña de concientización que apuntará a la descacharrización y el combate a los lugares de cría del mosquito vector.
La nueva campaña tiene por lema “Tapá, lavá, tirá y girá” y en su presentación el ministro provincial recordó que, hasta ahora, hubo 2.300 promotores barriales de salud que visitaron 180 mil hogares explicando cómo prevenir.
Además, se planificó reforzar la fabricación de repelentes en los laboratorios públicos y se decidió comenzar a fabricar productos larvicidas. Se sumó la compra de insumos para diagnóstico y mochilas para el uso de los fumigadores.
