SOCIEDAD
manual de procedimiento

La Ciudad pone primera y avanza en el control total de las líneas de colectivos porteñas

Tal como estaba previsto, las empresas de colectivos que se encuentran bajo jurisdicción del gobierno porteño comenzaron a adecuar sus unidades bajo los lineamientos impartidos desde el Ejecutivo comunal. Los cambios propuestos desde la Comuna se encuentran en un manual de procedimientos que fue entregado a las 31 líneas porteñas a fin de ajustarse a las normativas. En la guía se detalla cómo deben pintarse las nuevas unidades, hacer el fileteado y todo lo relacionado con la cartelería interior y exterior del tradicional sistema de transporte urbano.

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Cambio de época. La Línea 106 ya adaptó una de sus unidades a los requerimientos de diseño que impulsa el gobierno porteño. Ahora, los colores identitarios solo se mantendrán al frente y en la luneta de las unidades. | cedoc/gcba

Luego de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires diera a conocer el plan de modernización y seguridad en las 31 líneas de colectivos que están bajo su jurisdicción en noviembre pasado, las empresas de transporte comienzan a implementar las distintas iniciativas para tal fin. 

Entre las primeras líneas que ya pusieron en marcha esta propuesta figuran la 106, que une Retiro con Liniers, y la 68, que va desde Plaza Miserere hasta Puente Saavedra. 

Para llevar adelante su iniciativa, la Ciudad diseñó un manual de procedimientos, al que tuvo acceso PERFIL, en el cual se detalla cómo deben implementarse los cambios en las empresas de transporte. 

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Entre los diferentes ítems se destaca uno de los puntos que, quizá, más polémica generó: el pintado de los laterales de los coches de color azul. 

Una propuesta que, tanto para los pasajeros habituales como para el sector, implicaría la pérdida de la identidad de los tradicionales bondis porteños. Una de las frases que sonaban fuerte, especialmente en redes sociales, sostenía que de esa manera “los colectivos iban a perder sus colores identitarios”.

Tal como adelantó este diario en noviembre pasado, con el pintado de los colectivos de un mismo color, la idea de la Comuna apuntaba a diferenciar a las líneas porteñas de las que circulan entre CABA y el Gran Buenos Aires y que dependen de la Nación. 

Ahora, y luego de alcanzar un consenso entre las empresas y los vecinos, se mejoró la propuesta y los laterales ya no estarán completamente pintados de azul. Según el manual, el azul institucional deberá ser pintado en la parte inferior de los laterales de cada unidad. 

De esta manera, y con esta nueva medida, se mantendría la identidad de los colectivos porteños, que, como se sabe, forman parte del patrimonio cultural de la Ciudad. En este sentido, cabe destacar que el fileteado de las unidades –otra marca identitaria del servicio y de la cultura porteña– tiene que ser pintado, y personalizado, por artistas. No deberá ser ploteado, tal como lo habían interpretado algunas empresas en un principio.

Como se informó oportunamente, los colores identitarios de cada línea se mantendrán en el frente y en la parte trasera (luneta) del colectivo. La transformación será gradual y arrancaría con las unidades 0 km que las empresas irán poniendo en servicio durante los próximos días. En especial, cuando las unidades más antiguas vayan siendo reemplazadas por nuevos colectivos que ya lucirán la nueva identidad. 

Manual. Más allá de definir las cuestiones relacionadas con los colores de los bondis porteños, el manual también da precisiones sobre cómo debe ser la “cartelería” y qué tipografía usar. 

También define la ubicación del número de la línea, el interno, el listado de barrios del recorrido y la ubicación de los logos de la Ciudad y colectivos de Buenos Aires. Bajo el número (principal) de la línea también se instalará una banda con el color secundario de la línea. 

Otro detalle que se resalta en el manual es el fondo –y ubicación– sobre el cual se instalará el fileteado que tendrán las unidades.

En este sentido, cada línea de colectivo deberá aplicar los fileteados con los colores representativos, a criterio del artista que los ejecute y se sugiere utilizar colores que identifiquen a la línea. La ubicación y el tamaño de los fileteados es sugerida como referencia para lograr un sistema visual y mantener, así, la armonía en el sistema de transporte porteño. 

Otro punto que se destaca en la guía es la ubicación de los íconos de servicios de cada unidad según la disponibilidad de cada línea y las variantes permitidas. Entre estos figuran accesibilidad, climatización, cámara de seguridad, sistemas de pagos, traza Metrobus, y aeropuertos.  

Respecto a la cartelería interna se destacan los símbolos de normas para los conductores, los asientos prioritarios, espacios reservados y tarifas. También, los diagramas de los recorridos según la línea.

 

Recorridos más eficientes

La Ciudad comenzó a implementar una serie de cambios en los recorridos de algunas líneas para hacer más eficiente el sistema. En alguno de los casos la mejora implica hasta 1,5 kilómetros menos entre ida y vuelta y cerca de un 10% menos en la vuelta completa. 

Los cambios se efectuarán en las líneas 46, 85, 127, 133 y 164. Con estos cambios se busca liberar la circulación de colectivos en zonas muy residenciales, atender demandas vecinales y ser más eficientes en los subsidios que se pagan por cantidad de kilómetros recorridos. 

Para la línea 46 se plantea un cambio en el recorrido de regreso a La Boca en sus tres ramales en de Floresta.

Por reclamos vecinales se traslada desde la calle Medina hacia Olivera, por donde la línea circula hacia la provincia. Así se mejora la accesibilidad a diferentes centros de salud. 

En el caso de la línea 85, los cambios se fundamentan en optimización de la circulación de itinerarios de ida y vuelta en el entorno de la avenida Beiró entre las calles Sanabria y Segurola en Villa Devoto. 

En el caso de la línea 127, la idea consiste en validar su recorrido de ida y vuelta en el entorno de su cabecera (ubicada bajo la AU 25 de Mayo) y la Plaza Martín Fierro (calle Barcala), retirándola de esa zona gastronómica ya que genera conflicto.

Para la línea 133, por diversos reclamos vecinales, se solicita readecuación de su recorrido en la calle Gregorio Pomar al 3900. Los vecinos alegan que el paso de las unidades deteriora las construcciones de la zona y además genera ruidos molestos.