La escritora y periodista argentina, Gabriela Cabezón Cámara, fue premiada en la XIV edición de los Premios Perfil con el galardón a la mejor expresión en ficción por su obra Las niñas del naranjel.
“Es hermoso recibir un premio de pares. También ser parte de la lista de finalistas que son todos grandes autores que respeto y admiro", mencionó Cabezón Cámara y añadió: "Agradezco a editorial Perfil por dar estos premios en un momento de oscurantismo, donde la cultura, el periodismo y el cine están siendo asediados y aparentemente queriendo ser destruidos. No lo están siendo, y resistimos”.
Gabriela Cabezón Cámara ganó el premio Perfil a la Mejor expresión en ficción
Cabezón Cámara nació en San Isidro, Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1968 y se formó en letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es considerada una de las figuras más promisorias de la literatura latinoamericana, por haber publicado libros como Las aventuras de la China Iron, que fue elegido como uno de los libros del año por el El País de España y la edición en español del New York Times. Además, la autora se destaca por una amplia lista de obras aclamadas por la crítica, entre las que se destacan las novelas La virgen cabeza y Le viste la cara a Dios.
Durante el año 2015 ayudó a fundar el movimiento Ni Una Menos, y actualmente se considera una activista del capitaloceno, un movimiento que se manifiesta en contra de los impactos negativos del capitalismo sobre el medio ambiente y se declara en defensa de la vida de todos los seres.
De qué se trata Las niñas del naranjel
En sus redes Cabezón Cámara se autodefine como "Socioambientalista", y sin duda este compromiso se ve expresado en su obra Las niñas del naranjel que retrata la historia de Antonio, quién tras ser salvado de la horca por la Virgen del Naranjel, huye con dos niñas fámelicas. En la selva, comienza a escribirle una carta a su tía, priora de un convento del que escapó.
A lo largo de su vida el personaje fue arriero, tendero, soldado, pero ahora su principal misión es cuidar de las niñas Michi y Mitãkuña, mientras enfrenta los cuestionamientos difíciles que ellas les plantean.La autora se inspira en Catalina de Erauso, la Monja Alférez, para narrar la destrucción de América y romper con las convenciones del Siglo de Oro.
