En una decisión sin precedentes en más de mil años de historia de la Iglesia Católica, el Papa Francisco nombró a Simona Brambilla, una monja italiana de 59 años, prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Asumirá la dirección del "ministerio" de la Curia (gobierno vaticano), responsable de las órdenes y congregaciones religiosas.
Sor Brambilla, exsuperiora general en Italia de las Misioneras de la Consolata, era la número dos de dicho dicasterio desde octubre de 2023. Nacida en Monza, en el norte de Italia, Brambilla ejerció como enfermera antes de ser ordenada. Se doctoró en Psicología antes de dirigir el Instituto de las Misioneras de la Consolata desde 2011 hasta mayo de 2023.
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Asimismo, y en una designación que generó polémica, Francisco eligió como "pro-prefecto" del dicasterio al español a Ángel Fernández Artime, de 65 años, ungido como cardenal en el Concilio el 30 de septiembre de 2023. Según el sitio especializado ruxnow.com, un “pro-prefecto” tradicionalmente podría asumir en la práctica el papel de prefecto, posibilidad que fue señalada y criticada por la vaticanista Franca Giansoldati en el diario romano Il Messaggero.
Sor Brambilla es considerada "moderada y conciliadora, y tiene una respetable experiencia como misionera en África y como administradora", afirmó Giansoldati, que el cardenal ostente el poder real y la hermana Brambilla quede minimizada a un papel representativo.
Giansoldati afirmó que los defensores de un mayor espacio para las mujeres en la Iglesia están "perplejos" por este doble nombramiento. El Vaticano no ha especificado cuál será el papel del cardenal español.
¿Un sistema patriarcal en vías de modernización?
Sin embargo, según cifras oficiales del Vaticano, si bien en la Iglesia Católica hay muchas más mujeres que hombres, 559.228 frente a 128.559, las mujeres todavía no pueden ser designadas sacerdotes. Según Vatican News, el medio oficial vaticano, desde la elección de Francisco en 2013, y hasta 2023, el porcentaje de mujeres que ocupan cargos en la Santa Sede y en la administración del Estado del Vaticano solo oscila entre el 19,2% y el 23,4%.
El Papa argentino nombró mujeres para altos cargos en los últimos años de su pontificado: en 2016, Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, y Sor Raffaella Petrini, secretaria general de Gobierno en 2022, cargo habitualmente asignado a un obispo.
Sin embargo, el último Sínodo celebrado a finales de 2024 demostró la falta de visibilidad de las mujeres en la Iglesia y su gobierno. “Si bien tanto mujeres como hombres tienen la misma dignidad como miembros del pueblo de Dios, las mujeres siguen encontrando obstáculos para obtener un mayor reconocimiento”, expresa el documento final de la Asamblea, aprobado en su momento por el Papa.
FPT