SOCIEDAD
Guerra en Ucrania

Huir de la guerra en busca de un nuevo hogar: los testimonios de inmigrantes rusos y ucranianos en Argentina

A dos años del conflicto bélico, nuestro país sigue siendo una opción para quienes escapan de la violencia en Europa, especialmente por la lejanía y la posibilidad de entrar sin visas, según extranjeros que dialogaron con PERFIL.

Inmigrantes ucranianos en Argentina
Inmigrantes rusos en Argentina | Cedoc Perfil - Wikipedia.org

No es ningún secreto que la Argentina es un destino que atrae a inmigrantes de todas las partes del mundo. Un ejemplo claro se dio con las oleadas de personas que huyeron de sus países natales en el marco de la Segunda Guerra Mundial, buscando refugio en un territorio alejado al conflicto bélico. Ese escenario se repitió en los últimos años, más específicamente luego del 24 de febrero de 2022: el día que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania. De esa manera, miles de rusos y ucranianos escaparon de sus hogares y eligieron como destino la ciudad de Buenos Aires.

El informe "Movilidad en la República Argentina 2023", elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo de Naciones Unidas, subrayó que la nacionalidad rusa "presenta alguna dinámica de interés" en cuanto al movimiento migratorio. El dato no resulta llamativo considerando que el gobierno porteño indicó que en el país vive la mayor comunidad rusa de Latinoamérica con aproximadamente unos 300 mil inmigrantes, contando los descendientes.

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Del otro lado del conflicto bélico, también se destacan los inmigrantes ucranianos. En ese caso, según datos oficiales del gobierno de la ciudad , la colectividad ucraniana en la Argentina "es la segunda más importante a nivel mundial y representa el uno por ciento de nuestra población". Asimismo, el Sistema Estadístico de Población realizado por la Dirección Nacional de Población, dependiente del RENAPER, identificó al menos 4.811 ucranianos con residencia argentina a agosto de 2023.

Entre los distintos inmigrantes que hablaron con PERFIL, algunos coincidieron en que debieron tomar la decisión de abandonar su país manera rápida debido a la escalada militar y que la Argentina parecía un buen destino por una serie de factores: la lejanía con Europa, la posibilidad de entrar sin visas y la existencia de servicios públicos.

Andrei Anastasiadi
Andrei Anastasiadi, de 42 años, lleva dos años y medio en la Argentina y se "enamoró" de Buenos Aires desde el primer momento.

"Por un lado, nuestra elección era limitada, salimos de Rusia a toda prisa, después de un largo período de Covid, las visas europeas y americanas expiraron. Por otro lado, sabía que Argentina es un país de libertad liberal con un fuerte apoyo social. Quería vivir en un país democrático, pero al mismo tiempo tenía la sensación de que en caso de cualquier problema, por ejemplo, con la salud, no te abandonarían", resumió a este medio Andrei Anastasiadi, un cineasta de 42 años que llegó con su segunda esposa y tuvo una bebé en el país.

Además, destacó como "otro punto importante" que "Argentina está ubicada lo más lejos posible de Europa y Estados Unidos". En ese sentido, celebró la distancia con su tierra natal y consideró que era un criterio decisivo "dadas las constantes amenazas del uso de armas nucleares por parte de Rusia".

"Mi esposo y yo decidimos mudarnos debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Tomamos esta decisión bastante rápido, así que primero miramos los países a los que podíamos entrar sin visas y donde en el futuro podríamos legalizarlos fácilmente para no vivir ilegalmente", explicó por su parte Galina Otyan, una fotógrafa de 27 años. "Muchos países son hostiles a los rusos, pero no escuchamos eso sobre la Argentina, esa fue otra razón", subrayó.

Galina Otyan
Galina Otyan, de 27, consideró que la experiencia de venir a la Argentina le brindó "un mar de oportunidades para desbloquear" su potencial.

Sin embargo, no todos eligieron Argentina como su primer destino, como es el caso de Elina Tur, una maquilladora ucraniana de 30 años. Según explicó en inglés la joven a PERFIL, la ciudad donde vivía estaba bajo ataque, debido a que se encontraba cerca de Járkov, otra ciudad que está próxima a los límites con Rusia. Por ese motivo, tuvo que esperar unos meses antes de escapar, optando por ir a Estambul (Turquía), ya que se trataba de un lugar donde había habitado en el pasado, por lo que tenía amigos y trabajo allí.

En la ciudad europea conoció a su novio, quien "tenía una idea sobre Argentina". Mientras tanto, ella estaba "pensando en América Latina" como una variable para trasladarse. De esa manera, hace un año ambos decidieron "ir directamente a Buenos Aires" y quedarse allí.

"Metimos nuestras vidas en maletas y nos fuimos": los sacrificios y la vida que quedó atrás

Si bien algunos vinieron con su pareja, también tuvieron que hacer sacrificios, como dejar atrás familiares y amigos. "Nos movimos muy rápido, así que literalmente metimos nuestras vidas en dos maletas y nos pusimos en camino. Tuve que dejarle uno de mis gatos a mi madre, porque ya era viejo y me preocupaba que ese camino le fuera difícil de superar. Nos llevamos al gato más joven con nosotros. Lo más difícil fue dejar no el lugar, ni las cosas, sino dejar a mis seres queridos. Realmente extraño a mi familia...", relató Galina.

Lo mismo le ocurrió a Andrei, cuyo "mayor sacrificio" fue separarse de su hija de su primer matrimonio, quien permanece en Moscú con su madre. "Lamentablemente, la mayoría de mis familiares y mi exesposa no comparten mi posición antibélica y no prestan mucha atención a la actual guerra con Ucrania, la persecución política y la falta de libertad de expresión en Rusia", aseguró.

"Mi familia vive en Ucrania, han vivido allí toda su vida, y mudarse a otro lugar es difícil para ellos. Cada día podría ser el último para ellos, porque la guerra aún continúa y los ataques con cohetes son parte de ella", añadió por su parte Elina.

La barrera del idioma y la comunidad de compatriotas

Una de las principales dificultades en la que coincidieron los inmigrantes entrevistados es el idioma. Por ejemplo, a casi dos años de haber llegado a Buenos Aires y de haber visitado distintas provincias, Galina aún no domina del todo el español, al punto tal que consideró que "lo más difícil en la adaptación es aprender un nuevo idioma". En ese sentido, aclaró​ que la "mayor parte" de su interacción es "con los eslavos". "Aquí hay una gran comunidad de habla rusa", reconoció.

Sin embargo, describió a los argentinos como "muy amigables, abiertos; sencillos; siempre dispuestos a ayudar; relajados, un poco como niños, es decir, sin problemas innecesarios", por lo que se siente "cómoda" en el país. "Incluso cuando no puedo explicar algo en español o hablar con errores, nunca me juzgarán y siempre me ayudarán, es genial", puntualizó.

Elina Tur
Elina Tur, de 30, recomendó a sus compatriotas no emigrar a la Argentina "si no tienen un trabajo remoto, ya que los ucranianos no tienen muchas opciones".

"En 2016, vi la película Relatos salvajes dos veces en el cine. Incluso entonces, me di cuenta de que los argentinos y los rusos tienen mucho en común. Puedo decir que no tuve ningún problema particular para adaptarme, excepto una cosa: necesito aprender más español", añadió por su parte Andrei.

Lo mismo opinó Elvira Safiullina, una diseñadora y organizadora de eventos de 37 años, que llegó con su esposo y su hijo de 10 años y en la Argentina tuvo una bebé. "Tengo muchos compatriotas acá y pasamos mucho tiempo juntos", explicó en inglés la mujer. "Un consejo: aprendan español y no se compliquen la vida, aquí es todo simple", sintetizó.

En sintonía con sus dichos, Andrei afirmó que, en los últimos dos años, se formó "una gran comunidad de habla rusa en Argentina". "Nos comunicamos entre nosotros, nos ayudamos mutuamente, se celebra una feria en idioma ruso, se han abierto restaurantes y bares", enumeró. "Durante casi dos años, dos amigos y yo hicimos un programa en vivo en YouTube: Radio Argentina, invitamos a dos o tres personas cada semana y tuvimos varios cientos de invitados que, como nosotros, se mudaron a la Argentina y encontraron un nuevo hogar aquí", añadió.

Al respecto, el hombre también cuenta con un canal en dicha plataforma donde explica sus vivencias en el país. "Ahora lo ven principalmente argentinos, a pesar de que hablo ruso, no les da pereza poner los subtítulos. Los comentarios de los argentinos son tan amables y sinceros, nunca había recibido tantos comentarios amables de los rusos, es costumbre entre nosotros criticar", analizó.

Elvira Safiullina
Elvira Safiullina, de 37, vive hace nueve meses en Buenos Aires y quiere recorrer el país por su naturaleza.

A su criterio, Elina también consideró que "Argentina es más popular para los rusos" en lugar que para sus compatriotas. "No conozco a muchos ucranianos aquí. Principalmente es porque está lejos, no es seguro y no hay apoyo para nuestra gente", ahondó. Sobre ese último punto, puso como ejemplo un robo que sufrieron sus amigos: "La policía no ayudó a nadie de mis amigos extranjeros". Sin embargo, se alegró porque "ya conoció a mucha gente buena" en suelo argentino.

Además, expresó que los rusos que emigraron como ella también son "víctimas" del presidente Vladimir Putin, a quien tildó de "dictador". "Los rusos que abandonaron sus hogares debido a la guerra y la política también son víctimas de un dictador. Así que no los culpo y no tengo ninguna razón para odiar a alguien solo porque el gobierno sea un pedazo de mierda. Cada uno tiene su propio dolor, lo que trae la guerra", expresó.

El tango, el fútbol y la carne: los conocimientos previos sobre la Argentina y las diferencias culturales

Consultados por las cosas que conocían sobre la cultura local antes de visitar al país, tanto Andrei como Galina coincidieron en tres aspectos: el tango, el fútbol y la gastronomía. "Maradona, carne, tango y Borges. Eso es todo", sintetizó el hombre. "Conocía a algunos cantantes populares, al futbolista (como si necesitara presentación) Lionel Messi, decían que Argentina tiene vinos y carnes deliciosos, y que este es el país donde se originó el tango", amplió la joven.

"Nunca habíamos estado en América Latina. Siempre me gustó la música argentina, el tango... Fue interesante para mí sumergirme en una cultura completamente diferente. Descubrimos que esta era una gran solución para al menos una aventura y experiencia divertida porque nunca había pensado en viajar a un país tan lejano, así que estaba entusiasmada con la oportunidad", añadió Galina, quien considera que en el suelo argentino probó "el mejor helado, carne y vino" de su vida.

Una vez que ella y su esposo se decidieron por Argentina, comenzaron a investigar sobre el país, para lo que "leyeron mucho e Internet" y vieron "diferentes videos". "En todas partes estaba escrito que este es un país muy soleado y hospitalario con gente amable, de lo que yo estaba personalmente convencida", comenzó la mujer, a la par que destacó que "la ciudad es muy verde" y con "buen clima".

Asimismo, destacó la personalidad de los argentinos: "Las personas sonríen y no temen mostrar su individualidad, y defender sus derechos y opiniones. La actitud aquí hacia los niños y los animales es maravillosa, nunca en mi vida había conocido a aficionados al fútbol tan devotos. El Mundial fue uno de los momentos más destacados de mi vida y estoy contenta de haber podido estar aquí durante este período", precisó.

En esa línea, subrayó que los rusos y argentinos son "diferentes en temperamento y enfoque de los negocios". "Los argentinos son más relajados y por eso algunos problemas tardan mucho en resolverse, pero en parte aprendo de los argentinos a estar más relajada, a no apresurarme y disfrutar de la vida. Los argentinos definitivamente saben hacer esto", manifestó. En sintonía con sus dichos, Elvira subrayó la "mentalidad diferente" en comparación con los rusos: "Me gusta la ligereza y la sonrisa de la gente local".

Policía de la Ciudad de Buenos Aires
Uno de los preconceptos más repetidos fue el de la inseguridad, pero algunos de los entrevistados consideraron que no era tan grave como creían.

Sin embargo, Galina indicó que sentía "preocupación por la tasa de criminalidad". No obstante, aseguró: "Con el tiempo puedo decir que en mi antigua ciudad, San Petersburgo, hay muchos más delitos de carácter más grave, y en Argentina hay más robos, lo cual no es tan malo. Solo hay que tener cuidado". También destacó que le "sorprendió la cantidad de personas sin hogar en las calles", por lo que le deseó al país "prosperidad y un mejor nivel de vida".

Sobre ese punto, Andrei coincidió en que, antes de llegar al país, había visto los rumores de que "todos son pobres y hay mucha delincuencia". "En realidad, resultó que no todos en Argentina son pobres y que el crimen existe, pero no interfiere en la vida. Un gran descubrimiento fue la amabilidad de los argentinos y su amor por los niños", expresó.

Por su parte, Elina comentó que creía que Argentina "era un país más latino", ya que tenía amigos en Brasil, por lo que pensaba que sería un lugar "más fiestero". Pero, para su sorpresa, descubrió que "el ambiente es más europeo". A pesar de esa percepción, consideró que la cultura es "muy diferente" a la ucraniana. "Nuestra gente trabaja mucho y cuida cada detalle, aquí la gente es más tranquila e incluso si alguien dice que hoy va a hacer algo, puede que no sea cierto", comentó entre risas.

"Más libre y a salvo de las hostilidades": la decisión de quedarse en la Argentina

Si bien escaparon de sus países natales a las prisas y sin mucha idea de qué harían en un nuevo destino, la Argentina se convirtió en el hogar de alguno de los entrevistados, por lo que no tienen planeado volver a sus tierras. "En este momento tengo un estatus inestable, espero obtener una nueva ciudadanía en el futuro", deseó Galina, quien "solo" extraña "alguna de las comodidades que había en Rusia", como profesionales, servicios gastronómicos y ciertos productos.

"Me gusta mi vida aquí. Conozco gente maravillosa y descubro nuevos lugares en este maravilloso planeta. Es una experiencia loca y gratificante para mí. Aquí me siento más libre en diferentes sentidos y más a salvo de las hostilidades. Intento aprender lecciones útiles de esta experiencia y mejorar mi personalidad", expresó la joven. De esa manera, descartó la idea de volver a su lugar de origen: "Es difícil hacer planes a largo plazo debido a las realidades que están pasando en el mundo. No quiero volver a vivir en Rusia, pero extraño mucho a mi familia y amigos, espero volver a verlos".

Lo mismo expresó Andrei, quien está intentando junto a su esposa para obtener la ciudadanía argentina. "Me enamoré de Buenos Aires desde la primera vez que salí al exterior. Desde entonces, me enamoré aún más de esta ciudad y de muchos otros lugares del país y viajamos mucho: Ushuaia, Mendoza, Villa General Belgrano, ciudades de la costa, Bariloche... hay gente maravillosa, una cantidad enorme de conciertos y los campeones del mundo de fútbol. ¡Es perfecto!", expresó, y subrayó con firmeza: "Me gusta mucho mi vida en Argentina y ni siquiera planeo visitar Rusia hasta que continúen la guerra y Putin en el poder".

Ucrania en contra ofensiva
Algunos de los entrevistados adelantaron que no volverán a su país hasta que no finalice la guerra, mientras que otros planean continuar en la Argentina, incluso cuando termine el conflicto bélico.

Sin embargo, no todos están igual de satisfechos con su experiencia local. Ese fue el caso de Elina, que consideró "el mayor problema de Argentina es también la política", a la par que apuntó contra la inseguridad: "Ahora no puedo imaginarme que pueda vivir aquí toda la vida, porque realmente no es seguro. Siempre me preocupa que alguien pueda robarme algo o atacarme por el teléfono y cosas así". Al respecto, relató un episodio donde le sustrajeron en una cafetería un bolso de maquillaje con productos cuyo valor ascendía a 4 mil dólares, siendo que nadie la ayudó y "ni siquiera miraron las cámaras". "Es un gran problema para mí. Quiero sentirme segura en mi casa", sentenció.

Por su parte, Elvira consideró que "hoy en día han cambiado muchas cosas" en la Argentina desde su llegada. "La gente está preocupada y no solo se están llevando a cabo nuevas reformas, sino que se ha creado un ambiente inquietante. Lamentablemente, observo cómo cambia el modo de pensar de la gente y cómo mis compatriotas empiezan a irse de Argentina", manifestó.

Sobre ese último punto, Andrei advirtió que, además de personas como él "que aman a la Argentina", "mucha gente viene de Rusia solo por un pasaporte, no les gusta nada aquí, se van y dejan malas críticas sobre el país", una práctica que él tildo como "no muy agradable". Al respecto, atribuyó ese hecho a "un nuevo hombre ruso" que fue creado bajo el gobierno de Putin: "un hombre cínico que sólo cree en el dinero".

"Este hombre no cree en la justicia ni en la democracia, solo en el dinero y en ordenar mejor su vida. Si pueden conseguir un pasaporte para viajar y retirar dinero, lo harán. Pueden regresar con seguridad a Rusia y ganar dinero allí incluso con la ayuda de la guerra e irse de vacaciones a Europa, creyendo que allí hay completos pervertidos y que todos los países están en contra de Rusia", amplió.

Las cifras detrás de la guerra en Ucrania

Esos son solo unos casos de los miles que hay detrás del conflicto bélico. Según cifras oficiales citadas por France24, en 2021 las solicitudes de residencia por parte de rusos ascendían a 199, pero en 2022 ese número escaló a 2.106, siendo que en 2023 tuvo un nuevo incremento con 8.488, mientras que en febrero de 2024 ya se habían iniciado 470 trámites. En ese sentido, el año pasado el país emitió 3.750 visas de residencia a ciudadanos rusos, según datos de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM).

Sumado a esto, en 2022, 18.718 ciudadanos rusos ingresaron como turistas a la Argentina, de los cuales 2.106 pidieron cambiar su categoría a residentes. Al año siguiente, el total se incrementó a 30.840, con 8.320 que solicitaron modificar el concepto de "turista" por "residente".

Sin embargo, el informe de la OIM concluyó que "la inmigración rusa mostró un descenso de los ingresos" desde enero de 2023, a la par que "se acortó la diferencia entre ingresos y egresos que es mayor durante el primer trimestre del año pero a partir del mes de abril se reduce considerablemente". No obstante, desde junio hasta agosto del año pasado, la entrada de rusos al país volvió a mostrar un apogeo.

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En tanto, el "Anuario Estadístico Migratorio de la Argentina 2023", publicado por la Red Orientada a la Solución de Problemas en Derechos Humanos del CONICET, subrayó que no resulta "para nada desdeñable" el hecho de que el 11% de la población procedente de Europa de entre los 18 y 34 años "podría estar ligado a una incipiente movilidad joven de esta región de procedencia –pero de países emisores no tradicionales–, como es el caso de Rusia y Ucrania".

"Resulta interesante destacar que dentro de la muestra de la ENMA 2023 ingresa, de manera incipiente, población migrante de origen ruso y ucraniano (presentes en el Censo 2022 con 2.169 personas rusas y 3.486 ucranianas), modificando las tendencias que se observaban dentro de la migración de origen europeo tradicional, caracterizada por ser muy añosa y contar con décadas de residencia en el país", destacó el informe.

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Asimismo, el estudio señaló que la no posesión de DNI aumentó entre la población extra MERCOSUR europea, pasando de 2% en 2020 a 6,8% en 2023. Entre las respuestas analizadas sobre la "gestión de requisitos", una de las explicaciones que más se replico es "la demora a los rusos" en cuanto a la realización del trámite.

Además, subrayó que entre las "principales nacionalidades de personas solicitantes de asilo" se encuentran los rusos, con 1.158 casos, destacando la guerra con Kiev como un disparador de esa cifra. "Entre las personas provenientes de países europeos —en especial, teniendo en cuenta el conflicto entre Rusia y Ucrania iniciado en febrero de 2022—, resalta que el 36% de las personas de origen ruso y el 26% de origen ucraniano respondieron que solicitaron asilo en la Argentina".

En esa línea, el informe indicó que, desde su puesta en funcionamiento en 2009 y hasta diciembre del 2022, la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) recibió 20.938 solicitudes de la condición de refugiado con una tendencia ascendente hacia el final del período, ya que el 50% de estas solicitudes corresponde al período 2018-2022. "La Comisión tiene una tasa de reconocimiento promedio del 34,9%. Entre las personas reconocidas (...) el 3% [es de origen] ucraniano", amplió.

CP