Una esquiadora de 24 años descendía por una montaña fuera de la pista, se accidentó y falleció
Era instructora de esquí y perdió el control mientras intentaba descender por una zona peligrosa conocida como "Canaleta de Eduardo". La caída a gran velocidad le ocasionó politraumatismos graves.
Zoe Argerich, la esquiadora que se accidentó en Las Leñas |
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La muerte de una esquiadora de 24 años paralizó este martes 9 de julio a los vecinos de Las Leñas, en la provincia de Mendoza. La joven mendocina estaba realizando un descenso por la montaña fuera de la zona delimitada como pista de esquí, una peligrosa maniobra que tuvo un desenlace fatal a raíz de la violenta caída de la muchacha, que sufrió un cuadro de politraumatismos graves y más tarde confirmaron su fallecimiento.
Se trata de una instructora de esquí, cuyo deceso se constató este martes por la tarde. La víctima fue identificada como Zoe Argerich, quien se cayó de la montaña tras ensayar un descenso por una región conocida como "Canaleta de Eduardo", solo transitada por profesionales debido al alto nivel de peligrosidad y la máxima precisión que requiere cada una de las maniobras allí ejecutadas.
De acuerdo con medios locales, la víctima estaba acompañada por tres familiares (sus primos) en el momento preciso del accidente. En efecto, ellos habrían sido quienes encendieron las alarmas por la caída de la mujer.
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Argerich era entrenadora de esquí y su formidable trayectoria en este deporte la llevó a desempeñarse como competidora federada en pruebas nacionales.
A su vez, la joven estaba registrada en la Federación Internacional de Ski. Su afición por la nieve, la adrenalina y las montañas la acompañaron desde adolescente.
Los medios locales señalaron que Zoe Argerich daba clases de esquí en el complejo de Las Leñas, donde se accidentó.
Consolidó su reputación en esta disciplina primero como deportista y luego como instructora.
Este martes, la esquiadora de 24 años intentó un complicado y desafiante descenso por la "canaleta de Eduardo", una zona fuera de pista que se presenta como una alternativa tentadora para los profesionales experimentados en el esquí extremo.
Se trata de un terreno elevado en plena montaña, con descensos abruptos (hasta 40°), curvas peligrosas y pendientes que ponen a prueba al mejor deportista.
