El sacerdote Javier Olivera Ravassi, conocido por su activismo político-religioso y por haber gestionado las controvertidas visitas de siputados a genocidas condenados en agosto, vuelve al centro de la polémica. Esta vez, convocó a un "rezo del Santo Rosario en desagravio a la blasfemia cometida contra nuestra Santa Madre en el canal OLGA". La cita es este jueves a las 14, frente a las oficinas del canal de streaming.
El cura, hijo de un represor detenido (el mayor Jorge Antonio Olivera) articuló esfuerzos junto a legisladores de La Libertad Avanza en un intento de lograr la liberación de condenados por delitos de lesa humanidad, Ahora busca canalizar su militancia hacia lo que considera una batalla cultural. "Es un horario difícil, pero nos toca expresarnos más allá de las redes. No falles", pidió el religioso a sus seguidores en redes sociales.
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Pesebre viviente en Olga: el sketch que encendió la mecha
El conflicto comenzó cuando OLGA, un canal de streaming identificado con la irreverencia de sus producciones, emitió un sketch humorístico que parodiaba el pesebre navideño. Las imágenes, que incluían referencias polémicas a la Virgen María y al Niño Jesús, provocaron una avalancha de críticas en redes sociales. La indignación escaló rápidamente, y derivó en una denuncia judicial y un proyecto de repudio político.
"El Rosario se rezará durante la emisión del programa donde se produjo la blasfemia", explicó Olivera Ravassi, en referencia al sketch que muchos calificaron como una burla a las tradiciones cristianas.
La respuesta legal y política a la parodia de OLGA
Entre los primeros en reaccionar estuvo Esteban Romeo, estudiante de Derecho y militante del partido libertario La Libertad Avanza. Romeo presentó una denuncia formal contra el canal, calificando la parodia de "irrespetuosa y ofensiva".
En su carta documento, exigió una disculpa pública en horario central y el compromiso de evitar futuros contenidos similares. "No vamos a permitir que quede impune", advirtió a través de sus redes sociales.
Romeo incluso argumentó su denuncia invocando el artículo 2 de la Constitución Nacional, que sostiene el culto católico apostólico romano, y consideró que contenidos como este "atentan contra los valores y las creencias de quienes defendemos una nación con principios".
Las aventuras porteñas de los frailes enamorados
Pero la polémica no quedó limitada a la arena judicial. En la Legislatura de Santa Fe, el bloque Somos Vida, liderado por Amalia Granata, presentó un proyecto de repudio contra OLGA y Luzu TV, otro canal señalado por contenidos similares.
"Estas representaciones exceden la libertad de expresión y constituyen un agravio innecesario contra la fe cristiana", sostuvo Granata. El texto legislativo argumenta que estos sketches "violentan la tolerancia y convivencia pacífica entre credos religiosos" y afirma que "no se trata de censurar, sino de fijar posturas claras frente a actos que ofenden a una gran parte de la sociedad".
OLGA: entre el humor y la ofensa
Mientras tanto, desde OLGA minimizaron el conflicto. Migue Granados, uno de los responsables del canal, declaró que "la gente elige qué mirar y qué no", en un intento de desdramatizar la controversia. Toto Kirzner, protagonista del sketch, se defendió diciendo que "es solo humor". Sin embargo, estas declaraciones no lograron calmar los ánimos en los sectores más conservadores.
Desde el ámbito religioso y político, las exigencias de disculpas públicas y mayores controles sobre los contenidos siguen en pie.
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