El Tribunal N°1 de Morón denegó por unanimidad este jueves 22 de agosto el pedido de excarcelación que solicitó el padre Julio Cesar Grassi. De esta manera, el religioso condenado por abuso sexual de menores seguirá preso hasta mayo de 2028, cuando venza su condena.
El cura Julio César Grassi había pedido anticipar si liberación y la Justicia debía resolver si lo aprobaba. "Soy inocente", dijo este jueves el sacerdote en una audiencia virtual desde la cárcel, ya que eligió representarse a sí mismo. La audiencia concluyó pasadas las 13.
Juan Pablo Gallego, el abogado de las víctimas, había advertido que el cura no estaba "apto para ser externado”. El abogado manifestó que la postura del acusado “es un desastre” y que solo dice “sarasas”.
De acuerdo a lo anunciado por la jueza Mariana Maldonado, los fundamentos de la resolución del tribunal se darán a conocer el próximo 2 de septiembre. Al término de la audiencia, el abogado Juan Pablo Gallego expresó: “Es importante que estas audiencias se puedan ver, porque hoy se demostró que se complicó solo”. “Vimos a un monstruo que redobló su agresividad. Hoy dio una clase de pedofilia”, manifestó. Asimismo, solicitó que la Iglesia saque a Grassi y ratificó que las víctimas “tienen miedo”.
Julio César Grassi: sus argumentos para pedir la libertad
Para justificar su pedido de libertad anticipada, en la audiencia con el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Morón, el cura dijo que organizó "un nuevo proyecto de vida" para ser "útil a la sociedad".
Grassi, de 68 años, estudió Derecho y en esta instancia se defendió solo, sin un abogado. Está alojado en la Unidad Penitenciaria N° 41 de Campana, en un pabellón para presos con buena conducta y desde allí se conectó con el tribunal. Explicó que su idea era mudarse a un country en el conurbano y que hermano y su cuñada se harían cargo de él. Y que otro hermano cubriría sus gastos.
A pocos minutos de empezar a hablar, pidió al tribunal un cuarto intermedio de diez minutos para reordenarse. Creía que tenía que hablar al final de la audiencia.
Cuando se reanudó, declaró su inocencia, advirtió sobre las sentencias judiciales que a veces tienen fallas y dijo: "Mi esencia es ayudar, tratar de cumplir mi vocación y, en este momento, como abogado de justicia y defensor de pobres".
Vestido de cura, dijo que muchas veces un “error judicial” puede llevar a una "persona inocente a la cárcel”.
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“Yo he militado como sacerdote y con acciones en barrios populares contra todo tipo de maltrato frente a los niños y adolescentes. Para mí, eso es aberrante y lo repudio”, dijo a continuación.
Julio César Grassi: "Nada de eso ha ocurrido"
Sobre los abusos sostuvo: "Desde el momento de la acusación, hace 22 años, hasta ahora, no pueden decir nada de mi conducta. El abuso siempre representa una actitud de poder, daño contra una persona débil, y nada de eso ha ocurrido. Voy a hacer útil a la sociedad, si la iglesia me lo permite”.
Grassi fue condenado a 15 años de prisión por dos hechos de abuso sexual infantil agravado y uno de corrupción de menores cometidos en 1996 en la Fundación Felices los Niños, que conducía.
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