SOCIEDAD
ayer inhumaron sus restos

Dolor, impotencia y un pedido de justicia en el adiós a Araceli

Entierro. La mamá y sus hermanos, en el momento más duro.
| Pablo Senarega

El cuerpo de Araceli Ramos, la joven de 19 años que apareció muerta en una bolsa en un descampado de Villa Madero después de permanecer desaparecida durante 11 días, fue inhumado en el cementerio de Pablo Podestá.
Familiares, amigos y compañeros de la Escuela Media 10 de Loma Hermosa se despidieron de ella en la casa velatoria Paraná. “Vino mucha gente porque era un chica excelente y muy querida por todos. No lo podemos creer, parece una pesadilla. Teníamos la esperanza de que apareciera con vida, pero pasó lo peor. El asesino no tiene que salir más de la cárcel, no tiene cura”, dijo a la agencia Télam, Julieta, una amiga de la chica. Mientras tanto Criselda, la mamá de la víctima, recibía abrazos y mensajes de todos. Esta vez prefirió no hablar con la prensa.
La mujer había realizado su descargo tras reconocer el viernes el cuerpo de su hija: “Ver a una hija en la morgue no se lo deseo a nadie. Por favor, les suplico que cambien las leyes, que ninguna madre tenga que ver a su hija en estas condiciones”, reclamó . Ahora decidió despedirse de Araceli en silencio, con mucho dolor.
El velatorio de la joven de 19 años, que buscaba trabajo, había comenzado el viernes por la noche. Estuvo el jefe de la Policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, quien pasó a saludar a la familia. Pasadas las 13 de ayer comenzó una caravana desde la casa velatoria hasta el cementerio de Pablo Podestá.
Araceli había desaparecido el 30 de septiembre pasado después de ir a una falsa entrevista de trabajo en Caseros. Once días después su cuerpo fue hallado en un descampado en Crovara y General Paz, en la localidad de Villa Madero, en el partido de La Matanza. Tenía las manos y pies atados con alambre y se hallaba envuelto en cuatro bolsas de consorcio.
Un remisero fue clave para que la policía pudiera ubicar el cadáver. Se presentó en una comisaría y contó que había llevado a ese lugar a Walter Vinader. El ex prefecto le había dicho que tenía que descartar una antena vieja que llevaba en un bolso grande. Pero era mentira. Llevaba el cuerpo de Araceli.