Este fin de semana, la Policía Federal logró capturar a Lisandro Contreras, señalado como uno de los jefes de la banda narco Los Menores, quienes operan principalmente en la zona noroeste de Rosario. Habían sido mencionados como posibles responsables del asesinato de Andrés Pillín Bracamonte. Su pareja también fue detenida.
La detención se dio en un country de Tigre y es a partir de la investigación por asociación ilícita que tiene la fiscal contra la organización. Es decir, su captura no debe por su posible participación en el doble crimen de Bracamonte y Daniel Raúl “Rana” Attardo, sino por asociación ilícita. Se espera que el acusado junto con su pareja, lleguen a Rosario para ser indagados por la Justicia.
Desde hace tiempo la banda Los Menores, integrada por una red de alianzas con fracciones de Los Monos, atemoriza a Rosario por su vinculación con la droga y los crímenes. Antes de su asesinato, Bracamonte apuntó contra este grupo al sostener que quieren quedarse con la ciudad. “Rosario quedó llena de sangre porque son todos unos descerebrados. Todos se creen Pablo Escobar, y están todos presos o enterrados. Nunca entendieron el negocio y se empezaron a matar por el control de dos cuadras”.
“Para estar en esto tenés que ser un pesado, pero no convertirte en un psicópata. Yo me sigo agarrando a trompadas, pero jamás ordenaría que maten a un chico. En Rosario se rompieron códigos que hicieron que se vaya todo a la mierda”, afirmó hace un tiempo atrás.
El asesinato de Pillín Bracamonte
El crimen ocurrió la noche del sábado 9 de noviembre, tras el partido de Rosario Central ante San Lorenzo. Bracamonte y Attardo se trasladaban en una camioneta Chevrolet S10 blanca, cuando fueron interceptados por atacantes a pie que les dispararon a corta distancia. El ataque tuvo lugar en la intersección de las calles Avellaneda e Ibarlucea, en las inmediaciones del Gigante de Arroyito.
Pillín Bracamonte, de 52 años, tenía prohibido el ingreso al estadio desde 2018, cuando antes de un partido por Copa Argentina fue demorado en Lanús por repartir entradas de protocolo. Desde entonces, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte, prohibió su ingreso a cualquier estadio. Sin embargo, nadie en la tribuna de Central cuestionaba el lugar de jefe de la barra, que ocupó 25 años.
El día de su muerte, no se sabe si estuvo presente en el estadio, donde el equipo cayó frente al Ciclón, pero sí estaba en las inmediaciones después del partido. El reconocido barra fue emboscado junto a su mano derecha, y ambos fueron asesinados a balazos.
AM
