Según un informe del Financial Times, el mercado de la fertilidad está sufriendo transformaciones, convirtiéndose en algunos casos en un servicio de lujo, donde las empresas de élite y aquellas emergentes buscan capitalizar el negocio y proporcionar "materias primas de primer nivel". La demanda de esperma, especialmente el de origen estadounidense, creció exponencialmente en los últimos años, superando "con creces" la oferta disponible, convirtiéndose en uno de los productos más codiciados en el mercado global de la fertilidad.
Factores como regulaciones sanitarias estrictas, la posibilidad de compensar a los donantes y la ausencia de límites en la cantidad de familias a las que pueden donar provocaron que aquellas personas que deseen ser padres opten por semen proveniente de Estados Unidos. Este fenómeno disparó los precios.
En la última década, el valor del semen de alta calidad aumentó diez veces, alcanzando cifras que superan los 4.000 dólares por gramo, un precio mayor incluso que el del caviar de beluga. Según estimaciones de Grandview Research, el mercado global de bancos de esperma alcanzó los 5.000 millones de dólares en 2022 y se espera que continúe creciendo a una tasa anual del 3,56 % hasta 2030.
La escasez de donantes es una de las razones detrás de esta crisis en el sector. El doctor Brian Levine, especialista en fertilidad con sede en Nueva York, señaló al Financial Times que el número de donantes activos en Estados Unidos ronda apenas los 1.200, una cifra baja para un país de 340 millones de habitantes. Las estrictas normas de donación, que incluyen varios días de abstinencia y controles rigurosos de salud, dificultan la participación de hombres con altos niveles de educación y carreras exigentes. “Estamos utilizando adictos a la televisión, porque ¿qué joven analista de Goldman Sachs o estudiante de Derecho de Harvard tiene tiempo de ir a la clínica antes de que cierre a las 5 de la tarde?”, ironizó.
En ese sentido, mencionó el ejemplo de una clienta de alrededor de 40 años, exitosa en su carrera, que le pidió un enfoque novedoso para su procedimiento de fertilización in vitro (FIV). La mujer le pidió que buscara esperma de tres donantes diferentes y fertilizara óvulos en tres procedimientos independientes. “El que hiciera los mejores embriones, ella usaría la cohorte de ellos”, explicó Levine sobre su razonamiento.
El experimento le costó alrededor de 100.000 dólares y un grupo produjo muchos más embriones que los otros. Sin embargo, el especialista indicó que había más que competitividad o paranoia detrás de la medida: “Ella sentía que el esperma era tan raro, tan escaso, que tenía que hacer eso”. “La gente está tan obsesionada con la calidad del esperma que comprará viales de múltiples donantes para averiguar cuál es el mejor rendimiento del embrión”, añadió.
Los elevados precios están redefiniendo el mercado de la fertilidad de lujo. Lo que antes se consideraba un recurso accesible y fácil de conseguir, suministrado por grandes bancos de esperma como California Cryobank (fundado en 1977 y aún uno de los más importantes del mundo), dio paso a servicios de élite y startups que buscan "capitalizar y alterar el mercado de materias primas de primer nivel", advirtió el medio británico.
Sumado a esto, subrayó que las bases de datos en línea ofrecerán una amplia gama de detalles sobre los donantes, desde características físicas como altura, color de ojos y tipo de cabello, hasta aficiones y descripciones personales, como "Me enorgullezco de ser un buen amigo". "Si quieres la apariencia de Robert Redford, pero el cerebro de Einstein, será difícil: esas son las personas que exigen precios más altos", explicó el doctor Rafat Abbasi, un especialista en fertilidad con sede en Washington, DC. En lo más alto del mercado, "un donante de esperma podría exigir hasta 20.000 dólares" por su participación.
Si bien en algunos países como el Reino Unido es ilegal pagar a los donantes más que por su tiempo y otros gastos, en Estados Unidos "puedes pagar simplemente por lo que quieres", precisó Arthur Caplan, profesor de la Universidad de Nueva York y director de ética médica en la Escuela Grossman. Sin embargo, el aumento del valor del esperma no se traduce en mayores ganancias para los donantes. Mientras que los viales pueden venderse por entre 1.000 y 2.500 dólares (o incluso más), quienes realizan la donación reciben apenas entre 50 y 150 dólares por muestra.
La fuerte competencia contrasta con un ritmo de producción que no logra mantenerse a la par. Asimismo, el auge de las pruebas de ADN y el declive del anonimato en la donación también afectaron el mercado. Herramientas como 23andMe hicieron cada vez más difícil garantizar el anonimato de los donantes. Colorado, por ejemplo, se convirtió en 2024 en el primer estado de Estados Unidos en prohibir las donaciones anónimas, una restricción que ya existe en el Reino Unido y en varios países europeos. "La pérdida de anonimato debido a la tecnología de rastreo genético, y ese cambio en el clima legal que se aleja del 'anonimato primero', significa que los hombres se han alejado de la donación voluntaria", manifestó Caplan.
"Colecciones selectas" y "donación conocida": las nuevas iniciativas de la fertilización in vitro
Ante este escenario, surgieron nuevas iniciativas para abordar la escasez y mejorar la oferta. Empresas como California Cryobank lanzaron programas exclusivos, como el Donor Reserve, que por 70.000 dólares permite a los clientes adquirir esperma de élite de una "colección selecta" con ADN exclusivo de un solo donante. Por el momento, había tres ofertas de este tipo, incluido el donante N°16860, descrito como el "tipo más inteligente de la sala", hijo de una madre cirujana y un padre artista, o el N°16591, que no solo realiza levantamiento de pesas, sino que también se describe a sí mismo como "un héroe confiable", que "agarró el tobillo de su hermano para frenarlo" cuando sus tanques de buceo fallaron en una inmersión juntos.
Por otro lado, algunas empresas emergentes buscan explotar fuentes de esperma aún no aprovechadas. Khaled Kteily, exconsultor de gestión y fundador del banco de esperma Legacy, creó su propio servicio de preservación después de sufrir un accidente doméstico: derramó café hirviendo sobre su regazo y, al investigar, descubrió cómo un incidente así podría afectar su fertilidad, aunque no sufrió consecuencias permanentes.
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En Legacy, promueve la congelación de esperma en el punto óptimo de fertilidad, luego de un análisis que detecta posibles problemas genéticos. El costo del estudio es de 295 dólares, mientras que el almacenamiento oscila entre 100 y 145 dólares anuales. A sus 36 años, Kteily aún no tiene hijos, pero ya cuenta con más de 100 viales conservados para uso futuro. "Mi intención es utilizar la mejor muestra, con la mejor calidad, de manera similar a la selección de embriones", explicó.
En la actualidad, está evaluando una nueva opción: invitar a sus 30.000 clientes actuales, entre los que se encuentran directores ejecutivos de Fortune 100 y un 35% de profesionales con maestrías o títulos superiores, a convertirse en donantes. "Ayudar a traer una vida al mundo no es un asunto menor, pero la escasez de esperma ha convertido este recurso en un bien sumamente valioso, por lo que estamos explorando si estarían dispuestos a venderlo", comentó. A diferencia de otros bancos de esperma tradicionales, donde los donantes pueden exagerar sus credenciales, Legacy implementaría un proceso de verificación para garantizar la autenticidad de cada perfil.
En paralelo, algunas empresas buscan transformar el mercado modificando el concepto de anonimato en la donación de esperma. Danielle Winston y su esposa fundaron The Seed Scout en Washington DC hace dos años y medio, luego de experimentar de primera mano las dificultades del sector. Exabogada, Winston desarrolló un modelo de "donación conocida", en el que donante y receptor establecen contacto directo y se conocen, eliminando así los problemas derivados de perfiles engañosos.
A través de este sistema, cada donante puede contribuir a un máximo de tres familias y firma un contrato que le impide colaborar con otros bancos de esperma. Esto no solo evita la proliferación descontrolada de descendencia, sino que también facilita que los niños puedan mantener una relación con su donante biológico si así lo desean.
El costo total del proceso en The Seed Scout oscila entre 16.000 y 17.000 dólares, de los cuales los donantes reciben 5.000 por familia, mientras que 4.500 dólares se destinan a la parte comercial y el resto a cubrir gastos médicos generales. Actualmente, la empresa cuenta con 580 donantes registrados, cuyas edades van de los 24 a los 43 años.
Para el doctor Levine, que comenzó a trabajar con bancos como el de Winston, la propuesta de The Seed Scout es una opción más eficiente para seleccionar donantes de calidad y garantizar la satisfacción de los receptores. Según su experiencia, el éxito de estos procedimientos genera una gran felicidad. Al respecto, mencionó el caso de una madre soltera por elección que adquirió esperma de alta calidad. Su primera hija nació gracias a esa muestra y, recientemente, dio a luz a un segundo bebé, un niño.
MB/Gi