El incremento de la inseguridad, la sensación de que en cualquier momento y en cualquier circunstancia alguien puede ser víctima de un robo ha llevado a algunas personas a tomar medidas extremas. Están los casos de aquellos comerciantes que atienden detrás una reja o quienes contratan seguridad privada, pero el de Rodolfo Monetti que atiende con una pistola en la cintura acompañado por un custodio con una escopeta, es el extremo más preocupante del estado de indefensión en que se encuentran algunos ciudadanos.
Monetti es el propietario de una distribuidora de bebidas de Camino del Perú al 1.800 en Yerba Buena la provincia de Tucumán. Explica que optó por armarse desde que, en 2013, sufrió un violento robo en el que resultó gravemente herido. “Me dieron 11 tiros en la pierna izquierda y los médicos tuvieron que reconstruirla”, recuerda en una entrevista concedida al diario La Gaceta.
Según su relato los robos se intensificaron en los últimos dos años. “Son los mismos siempre. Todos los conocemos. A mis empleados los asaltan en la puerta y en la parada”, indicó. “Tienen muchas vías de escape, huyen hacia el norte, hacia Los Pocitos o Villa Carmela”, explica. Y agrega: "Claro que no nos gusta andar armados. No nos hace felices tener que colocar cada vez más rejas, candados y alarmas, pero no nos queda otra".
A su lado se encuentra, Roberto Antonio Palacio, contratado como custodio por Monetti y asegura que los robos son moneda corriente en la zona y que desde la mañana hasta la noche custodia el depósito para evitar que lo asalten.
A todo esta la policìa de la zona le pidió a Monetti deje usar armas y que será apoyado por patrullajes durante 24 horas. Sin embargo Monetti dice queoptó por armarse desde que, en 2013, sufrió un violento robo en el que resultó gravemente herido. “Me dieron 11 tiros en la pierna izquierda y los médicos tuvieron que reconstruirla”, le detalló a La Gaceta.