SOCIEDAD
para motivar a los pacientes

Animales de granja y kinesiología bajo el agua: las nuevas técnicas de rehabilitación

Una serie de técnicas nuevas, e innovadoras, en materia de rehabilitación están transformando el proceso de recuperación médica. Son intervenciones que recurren a diversos animales domésticos y de granja para facilitar el vínculo emocional entre pacientes y terapeutas. Y es un recurso que hace que los largos meses de sesiones se vuelvan más lúdicos y motivadores. A este se le suma la hidroterapia, que al realizar ejercicios y movimientos en una pileta climatizada reduce el dolor del tratamiento y acelera la recuperación en pacientes con discapacidades físicas y también neurológicas.

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Equipo. Los animales de granja participan de cada intervención y el terapeuta los utiliza para mejorar su interacción. Y el agua tibia de la pileta facilita la motivación de los pacientes. | gza. entrevistados/Nestor Grassi

Desde hace décadas los médicos saben que para que sus pacientes puedan mejorar su vida cotidiana deben poder recuperar sus capacidades físicas y cognitivas. Especialmente tras un trauma, accidente o en ciertas patologías crónicas. Y para eso la clave es una buena rehabilitación.

Esta opción, que por años se basaba en unas pocas técnicas de kinesiología, se ha ido ampliando. Actualmente hay profesionales que están desarrollando acciones innovadoras en este rubro y se apoyan para ello en intervenciones de animales: desde perros y caballos hasta alpacas, gallinas, chinchillas, patos, chanchitos, conejos y otros animales de granja.

Además, también hay otras técnicas re recuperación que invitan a sumergirse en piletas especialmente adaptadas, que es una forma de acelerar la recuperación y de estimular al paciente para que termine el usualmente largo, tedioso y –a veces– doloroso, pero imprescindible, proceso.
 

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Cada vez hay más opciones para hacer rehabilitación


“El recurrir a animales ayuda muchísimo en los diversos pasos de la rehabilitación. Por ejemplo, acelera la creación de los vínculos emocionales que debe haber entre el terapeuta y el paciente”, le explicó a PERFIL Daniela Balduzzi, counselor y directora del espacio Tierra de Encuentro. Y detalló: “Con los animales el profesional se ‘sale’ del rol del terapeuta tradicional y se vuelve alguien que juega con el paciente y con el perro, o con el animal que haya sido escogido para la intervención”.

Los elegidos para potenciar estos tratamientos o intervenciones ayudan a los psicólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, pediatras, neurólogos, terapeutas ocupacionales y especialistas en estimulación temprana a trabajar los objetivos de cada paciente. 

“Puede ser desde lograr mejorar la movilidad o la motricidad fina hasta cambiar conductas y lograr aprendizajes específicos”, acota Florencia Torres, que también es adiestradora canina aparte de counselor y coordinadora del espacio.

¿Qué condiciones son indicadas para estas terapias? Prácticamente todas, explicaron las profesionales: “Sirven para chicos y jóvenes, y solemos trabajar sobre situaciones relacionadas con el neurodesarrollo. Por ejemplo, diferentes discapacidades, síndrome de Down, trastorno de espectro autista (TEA) o parálisis cerebral.

El problema del aburrimiento

Otro de los problemas usuales que enfrentan los expertos en rehabilitación es el tedio. “Cuando van pasando las sesiones –y en un buen proceso de rehabilitación pueden ser muchas–, los pacientes suelen comenzar a aburrirse. Eso los desmotiva y comienzan a disminuir las tasas de adherencia al tratamiento que indicó el profesional”, sumó Balduzzi. “En cambio, cuando en la intervención terapéutica media algún animal de nuestro equipo que se suma a las actividades, lo que vemos es que la motivación de la persona se mantiene elevada en el tiempo y eso le facilita completar el tiempo de tratamiento”.

En otras palabras, los chicos dejan de sentir la “obligación” y la carga de la rehabilitación. Y de ser un tradicional consultorio y un espacio médico lo empiezan a percibir como un lugar lúdico y de juegos. “Eso nos ayuda a obtener mejores resultados”, aseguró Torres. Y, de paso, no sienten que concurren a un consultorio a hacer su tratamiento, sino que perciben la idea de que van a un espacio verde, o a la pileta de un club, como cualquier otro chico.

 

Cada vez hay más opciones para hacer rehabilitación

Otro camino: hidroterapia y rehabilitación 

Por otra parte, la kinesióloga y profesora de Educación Física Fabiana Giannini viene poniendo a punto, desde hace años, una serie de opciones de rehabilitación también innovadoras que se practican flotando en el agua. Y aseguró que esta opción genera una mejora significativa en los resultados obtenidos.

“Muchas técnicas de la hidroterapia son similares a las que se practican en el consultorio kinesiológico tradicional, pero ha hacerse en el agua resultan ser más efectivas y permiten tener mejores resultados, en tiempos más cortos”, le contó a PERFIL la directora de Kinepraxis, una institución especializada en hidroterapia que se ubica en el barrio de Villa Crespo.

Y continuó: “al flotar en un medio en el que el paciente se desenvuelve con menor esfuerzo físico, muchos de los dolores asociados a la kinesiología disminuyen. Por otra parte, el agua ayuda a facilitar los movimientos y ejercicios en los chicos que, por ejemplo, sufrieron parálisis cerebral y tienen bajo tono muscular”.  

Giannini también sumó otro argumento: el agua, a una temperatura apropiada, motiva a los pacientes a completar las prácticas. “Por ejemplo, los niños no sienten que están haciendo estimulación médica sino que mientras juegan mejoran su capacidad pulmonar, la forma de respirar, etc". Todo esto lleva a poder acortar los tiempos del tratamiento, al poder aumentar la intensidad del trabajo y así –además– poder ayudar a prevenir otras patologías asociadas.Y eso, otra vez, favorece la adherencia a terminar el tratamiento.

Vale la pena resaltar que muchos de los casos de personas con la necesidad de mejorar su calidad de vida estas innovadoras técnicas de rehabilitación en el agua o con intervenciones animales son cubiertas por las obras sociales y prepagas. Por ejemplo, quienes han tramitado un certificado de discapacidad.
 

Cada vez hay más opciones para hacer rehabilitación


¿Qué patologías son especialmente tratables con hidroterapia?

  • Usualmente las de origen traumatológico: lumbalgias, cervicalgias, reemplazo de cadera y de rodilla o amputaciones.
  • Luego hay otras de origen neurológico: Parkinson, secuelas de ACV, lesiones medulares, esclerosis múltiple y otras similares”.
  • También sirve para mejorar la parálisis cerebral, el síndrome de Down y muchos casos de TEA, entre otras.

Finalmente, la experta resumió que “el agua y la pileta les dan un componente lúdico a estos procesos. Y todos gozan de esta situación: los niños, claro, pero también los adultos juegan mientras completan sus tratamientos”.

 


Jofi, el perro que acompañaba a Sigmund Freud

Las primeras intervenciones concretas en terapias en las que se utilizaron perros como recurso tienen muchos años. El pionero fue Boris Levinson, un psiquiatra estadounidense que observó mejoras en su interacción con chicos con diversas patologías psicológicas por casualidad, cuando su perro entró en el consultorio, en una sesión de terapia. Esos resultados se documentaron ya a principios de la década del 60. También hay relatos sobre el aporte de Jofi, una mascota de raza Chow Chow que acompañaba a Sigmund Freud durante sus sesiones terapéuticas. Freud dejó asentado que la presencia de Jofi parecía facilitar sus charlas con ciertos pacientes. Esto no sería algo sorprendente dado que la medicina viene constatando desde hace años, en forma anecdótica, los beneficios de que una persona, o una familia, tenga una mascota. En el caso específico de las intervenciones con animales, los resultados reportados en estudios científicos son generalmente positivos, indicando mejorías en muchas de las variables analizadas.

En particular, los expertos suelen reportar una disminución de los síntomas propios de la patología del paciente. Y también destacan notar mejoras en áreas sociales e interpersonales, como una mayor interacción y comunicación.