El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente transmisible que puede ocasionar severas complicaciones en los menores de dos años y en las personas inmunocomprometidas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo 440 mil personas la contrajeron este año.
En Europa la cantidad de personas enfermas se triplicó o hasta cuadriplicó, dependiendo de la zona. América se declaró libre de sarampión en 2016 y en los últimos años volvieron a haber brotes importantes en varios países, como Colombia, Estados Unidos o Venezuela.
Actualmente Brasil ya tiene 11.871 casos confirmados. Por el momento, en Argentina solo constan 61, de los cuales siete son con antecedente de viaje y dos se atribuyeron a viajeros de nacionalidad española.
Pese al número reducido de casos que hay en Argentina si se compara con otros países de la región, las autoridades sanitarias permanecen en alerta. “De nuestros casos la mayoría no son con antecedente de viaje lo que implica que hay cadenas de transmisión locales y eso es lo que nos preocupa”, expuso a PERFIL la infectóloga Ángela Gentile, jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez" y vocera del Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires (MN: 49908).
“Estamos ante una incidencia mundial con un virus difícil, muy contagioso. La única barrera que tenemos es una buena cobertura de vacunación y en eso estamos, trabajando mucho para la vacunación y enfocados en parar los brotes, porque una vez que estalla uno es complicado detenerlo. Este es el momento clave donde podemos cambiar las cosas”, alertó Gentile.
Hay factores múltiples que combinados hicieron que en el mundo haya resurgido el sarampión. El infectólogo Roberto Debbag (MN: 60.253) explicó a este medio que uno de ellos es la situación económica de algunas naciones: “Una de las responsables de esto son las crisis sociales sanitarias que viven los países que no pueden implementar programas de vacunación ni adquirir vacunas. Las poblaciones están desprotegidas porque tienen baja cobertura, es el caso de Venezuela, Haití y Nicaragua en nuestro continente”.
Alerta global por el sarampión: más de 440.000 personas lo contrajeron en 2019
Esta situación se replica en muchos países del continente africano. “Eso lo que produce es que el gran movimiento de desplazamiento población, por ejemplo el que hay en Latinoamérica, sea un factor acelerador del contagio”, precisó el infectólogo. Los movimientos migratorios hacen que la tasa de vacunación de los estados receptores disminuya. Además, esta población es susceptible de contraer la enfermedad por no estar vacunada.
Por otro lado, las vacunas fueron víctimas de su propio éxito. Como la patología se logró erradicar en América, la población empezó a dudar de la necesidad de la vacunación. “Ha habido disminución en la tasa de cobertura de sarampión producto de no tener la enfermedad. Bajó 3 o 4 puntos, por debajo del 97 por ciento de la cobertura”, indicó Debbag.
Los "antivacunas" fueron una de las más grandes amenazas para la Humanidad en 2019, según la OMS
Por su parte, Genile remarcó que otro problema es que no hay un protocolo de actuación internacional. “No hay una política clara para poder enfrentar las epidemias de sarampión y si uno no tiene una buena cobertura campaña y la estrategia de trabajar para evitarlo, se complica el frenar los brotes”, manifestó la experta en Infectología.
El último factor es el movimiento antivacuna que resurgió en los últimos años, un problema más grave en el hemisferio norte que en Latinoamérica. La reticencia a adquirir las dosis puede ser por motivos religiosos, culturales o de falta de confianza en la vacunación.
La subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, Miriam Burgos, dijo que en Argentina "no faltan ni faltarán" vacunas contra el sarampión. “Es barata así que no hay faltante. Ahora, si los programas de implementación de vacuna en los últimos años han sido ineficaces porque no podido lograr aumentar la tasa de vacunación posiblemente también eso haya sido un factor de que haya brotes”, consideró Debbag.
¿Cuáles son los síntomas?
El sarampión es una enfermedad que se transmite por el aire y es altamente contagiosa. El 95% de personas que la contraen, la transmite a otras personas si no están protegidas. Sus síntomas son:
- Fiebre alta.
- Sarpullidos o exantemas.
- Secreción nasal, conjuntivitis y tos.
- Pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
- Erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo.
Desde el Ministerio de Salud porteño indicaron que es importante que todo paciente que presente fiebre y sarpullido consulte con su médico de cabecera.
No obstante, cabe aclarar que una persona que tiene sarampión contagia desde cuatro días antes de que se presenten los síntomas, por eso es tan importante seguir de forma estricta el calendario de vacunación establecido por las autoridades sanitarias.
“Las poblaciones con deficiencias de sanidad, por cuestiones nutricionales, económicas, etc., cuando sufren sarampión tiene más probabilidades de complicaciones. Además, aquellos que experimentan un tipo de enfermedad más grave tienen la probabilidad a los 20-30 años de haberla contraído de padecer una enfermedad neurológica, si bien no es frecuente. Es una complicación a largo tiempo de la que no se habla pero existe”, concluyó el infectólogo.