Un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina reveló que uno de cada cuatro argentinos sufre de ansiedad y depresión. Según los datos, en 2023 el 26,7% de la sociedad sintió malestar psicológico.
La cifra es la más alta desde que se realiza esta medición, hace 20 años. El factor determinante fue la situación económica, marcada por la inflación y una marcada recesión.
Esta incertidumbre, laboral y social genera en las personas una sensación constante de inseguridad y falta de control sobre el futuro. Los especialistas agregan que “este estado interminable de preocupación y estrés puede llevar a las personas a tener más ansiedad y depresiones”.
Además el relevamiento muestra que estos síntomas se manifiestan en el grupo etario de 35 y 50 años, donde las personas están asumiendo responsabilidades familiares y laborales”.
En cuanto a los niveles socioeconómicos, las personas que tienen mejor poder adquisitivo tienen más recursos para afrontar esta problemática, porque cuentan con un mejor acceso a la salud y una red de apoyo social más fuerte.
Por otro lado, las personas de niveles socioeconómicos más bajos viven mayores niveles de ansiedad y depresiones, debido a la inseguridad financiera, el menor acceso a recursos y el limitado apoyo social.