Con vientos que superan los 250 kilómetros por hora cuando llegó a la isla de Kyushu, Shanshan descargó lluvias torrenciales. La tormenta más potente de este año y una de las más fuertes en tocar tierra en territorio nipón, desde 1960, se debilitó. Luego en su camino hasta la isla principal de Honshu.
Las autoridades emitieron el máximo nivel de alerta en algunas zonas, advirtiendo del peligro de tormentas, inundaciones, y deslizamientos de tierra posiblemente letales.
Además, recomendaron la evacuación a cientos de miles de residentes. Incluso, antes de la llegada de Shanshan, las precipitaciones provocaron un desprendimiento de tierra que sepultó una casa donde vivía una familia de cinco miembros, tres de ellos murieron.
Hay más de cien heridos. Los vueos fueron cancelados, o desviados. Cerca de 200 mil hogares estaban sin electricidad. Se pronosticaron 1.100 milímetros de precipitaciones en la isla de isla de Kyushu, hasta el viernes, la mitad de la lluvia anual que suele caer en esta zona.
