Un hito científico se desarrolló en Australia donde por primera vez un paciente con insuficiencia cardíaca terminal sobrevivió 100 días con un corazón artificial de titanio.
Luego de vivir más de tres meses con el dispositivo BiVACOR, el hombre finalmente recibió un trasplante de corazón de donante.
El corazón artificial BiVACOR, fue diseñado por el bioingeniero australiano Daniel Timms. Está fabricado a base de titanio, el dispositivo carece de válvulas y cojinetes mecánicos, de manera que reduce el desgaste y aumenta su durabilidad. Su diseño innovador le permite autorregularse para responder a las necesidades del cuerpo en reposo o actividad física.
Además, este implante reemplaza completamente el corazón de un paciente, asumiendo la función de ambos ventrículos.
Se trata del primer dispositivo de su tipo en utilizar tecnología de levitación magnética para replicar el flujo sanguíneo de un corazón sano.
Hasta ahora, el dispositivo BiVACOR fue concebido como un puente hacia el trasplante, pero sus creadores aspiran a que en el futuro pueda funcionar de manera indefinida sin necesidad de un órgano donado.
Cada año, más de 23 millones de personas en el mundo padecen insuficiencia cardíaca, pero solo unas 6.000 reciben un trasplante de corazón, por eso, este corazón artificial representa un hito en la ciencia y supone una esperanza para millones de pacientes.