La comunidad científica posó su mirada en el asteroide 2024 YR4, una roca detectada a fines de 2024 que podría impactar contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032.
Sin embargo, se supo que los expertos tienen tiempo hasta mayo de este año para obtener datos claves sobre el recorrido, debido a que luego la roca dejará de ser visible hasta su próxima visita. Dichos datos serán fundamentales para determinar su trayectoria final, y saber si impactará o no contra la Tierra.
Aunque la probabilidad actual de colisión es baja, el hecho de que haya superado el umbral del 1% de riesgo encendió las alarmas a nivel internacional.
Es que según los cálculos más recientes del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), elaborado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, las probabilidades comenzaron con números de 1,3%, que pasó a 2,3%, una cifra que la Agencia Espacial Europea (ESA) confirmó con su propia estimación del 2,27%.
En este contexto, hasta mayo los astrónomos intentan refinar los cálculos para determinar si el 2024 YR4 representa una verdadera amenaza para la Tierra, o si se alejará del planeta con el tiempo.