A sangre y fuego ingresó una pareja de terroristas durante el cambio de guardia en la sede de las industrias de defensa de Turquía, a unos 40 kilómetros de la capital Ankara. Murieron tres empleados, un taxista y los dos atacantes que pertenecían al Partido de los Trabajadores, que busca la independencia del Kurdistán.
Hubo alrededor de 14 heridos, algunos en estado crítico. Además, quisieron tomar rehenes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, denunció que fue "un ataque motivado por el odio".
Mark Rutte, secretario general de la OTAN le manifestó su "solidaridad". Idéntica actitud tomó el presidente ruso, Vladimir Putin.
El atentado se da en momentos en que se desarrolla la cuarta exposición internacional de Defensa y Aeroespacial en Estambul de la que participan 120 países y 30 universidades.
El sector de Defensa de Turquía, es conocido por sus famosos drones Bayraktar.
