La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci es la obra que más visitas recibe en la Sala de los Estados del Museo del Louvre, en París. Los turistas se amontonan frente a un cristal a prueba de balas que separa a la pintura del público.
Muchos se amontonan para intentar sacarse una selfie con esta reconocida obra y llevarse un recuerdo. Pero la experiencia, que atrae multitudes, también genera incomodidad para muchos ya que cada turista tiene unos 50 segundos para verla.
Por otro lado, algunas personas que fueron encuestadas por una empresa de consumo reflejaron su descontento con comentarios negativos sobre la exposición de la pintura en el museo.
Al enterarse de estas opiniones, la directora del Museo del Louvre, Laurence de Cars, sugirió trasladar el retrato del artista a una sala subterránea, para poner fin a la decepción del público.
El proyecto implica un esfuerzo de renovación más amplio, y los turistas contarán con más tiempo para contemplarla.
Pintada a principios del siglo XVI, la Mona Lisa es la obra más conocida del artista renacentista Leonardo Da Vinci. Llegó al Museo del Louvre en 1804.
Actualmente la obra atrae al 80% de los visitantes anuales del museo. Mientras que cerca de unas 25 mil personas se acercan para ver el retrato.
