Los ciberdelincuentes aprovechan la muerte del papa Francisco, y llevan adelante una ola de estafas virtuales.
Tras el fallecimiento del sumo pontífice, que causó conmoción mundial, se reportó una serie de estafas informáticas, en la que los ciberdelincuentes usan imágenes falsas del pontífice generadas con inteligencia artificial para instalar virus en teléfonos y computadoras, y así robar datos personales y bancarios.
Una de las tácticas empleadas es ocultar el enlace en un sitio web que promociona posibles noticias falsas sobre el papa Francisco. Al hacer clic en uno de los enlaces, el usuario era redirigido a una página falsa de Google que promocionaba una estafa de tarjetas de regalo, una táctica común para engañar a las personas y conseguir que proporcionen información confidencial o realicen pagos.
Uno de los objetivos es recopilar datos detallados de los usuarios para posteriormente lanzar campañas de "pishing" altamente dirigidas o vender esta información para luego llevar adelante las estafas.