Germán Utrera tiene 39 años y creció en una familia adoptiva en Funes. Sin embargo, la curiosidad de saber de sus orígenes biológicos lo llevaron a buscar, y encontrar a su mamá biológica.
Gracias a un estudio de ADN ancestral, logró encontrar a Marta, su madre biológica, a quien en 1985 le habían dicho que su bebé había nacido muerto. La mujer vive en Acebal, a solo 40 kilómetros de su casa.
Después de años de no saber de la vida del otro, Marta fue encontrada por Germán, y ambos protagonizaron una historia de un reencuento al que definen como “mágico y maravilloso”.
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