Los legisladores húngaros aprobaron un proyecto de ley que prohíbe la realización de la marcha del Orgullo. La legislación fue aprobada por la Asamblea Nacional de 199 escaños con 136 votos a favor y 27 en contra.
La norma fue propuesta por el partido Fidesz, del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán y recibió también el apoyo de los diputados de la extrema derecha.
La propuesta incluye también la posibilidad de que la Policía utilice programas de reconocimiento facial para identificar a los participantes, en concreto sobre la base de una ley de 2015 que Fidesz justificó en su momento por motivos de cooperación penal internacional, lucha contra el terrorismo y el creciente problema de la falsificación de documentos.
Por su parte, los políticos de la oposición interrumpieron la votación con gritos, encendiendo bengalas y tocando el antiguo himno de la Unión Soviética.