El presidente de Francia, Emmanuel Macron quiere nombrar un nuevo primer ministro para evitar que Francia se hunda más en la agitación política después de que el gobierno de Michel Barnier fue derrocado en una histórica moción de censura en el parlamento.
Barnier, que se perfila como el primer ministro con menos tiempo en el cargo en la Francia contemporánea, se reunió con Macron en el Palacio del Elíseo para presentar su renuncia.
La votación fue la primera acción de censura exitosa desde la derrota del gobierno de Georges Pompidou en 1962, cuando Charles de Gaulle era presidente.
Se cree que el mandatario tiene apuro por nombrar al nuevo primer ministro para evitar un vacío. La expulsión de Barnier en un tiempo récord se produce después de que las elecciones legislativas anticipadas de junio resultaron en un parlamento sin mayoría absoluta, sin ninguna fuerza política capaz de formar una mayoría general y con la extrema derecha en posesión de la clave para la supervivencia del gobierno.
El detonante de la destitución de Barnier fue su plan presupuestario para 2025, que incluía medidas de austeridad que eran inaceptables para una mayoría en el parlamento, pero que, según él, eran necesarias para estabilizar las finanzas de Francia.
Macron podría nombrar un Gobierno tecnocrático hasta el próximo mes de julio, cuando se celebren las elecciones, o podría elegir un nuevo primer ministro que le permitan mover sus fichas en la Asamblea.
Entre las figuras que se evalúan están, el republicano de derecha y actual ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornou. También se baraja el nombre de François Bayrou, presidente del Movimiento Demócrata. Y el ex primer ministro y abogado Bernard Cazeneuve.
Limitar cualquier impresión de caos político es aún más importante para Macron, que el sábado recibirá a los líderes mundiales, incluido el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para la reapertura de la catedral de Notre Dame en París después del devastador incendio de 2019.
