El iceberg más grande y antiguo del mundo, se desprendió de un archipiélago de la Antártida, y esto genera preocupación.
Este bloque que tiene un peso estimado de casi un billón de toneladas y una superficie de 3.600 kilómetros cuadrados, equivalente a cinco veces la superficie de Nueva York, se encuentra ahora a la deriva en el Océano Austral.
Las imágenes satelitales analizadas por el British Antarctic Survey (BAS) confirmaron el desplazamiento, pero este fenómeno, ¿qué consecuencias puede traer?
Al igual que otros icebergs en el Mar de Weddell, es probable que A23a sea arrastrado por la Corriente Circumpolar Antártica hacia el Atlántico Sur, a través del conocido “callejón de los icebergs”.
En este contexto, su destino más probable es la isla subantártica de Georgia del Sur, donde se fragmentará en trozos más pequeños que eventualmente se derretirán.