Un grupo de jóvenes repartidores de la zona oeste del conurbano bonaerense decidió tomar la justicia por mano propia tras el robo de una moto en la localidad de San Justo, partido de La Matanza. En una acción coordinada a través de un grupo de WhatsApp, los trabajadores entraron en caravana a la peligrosa villa Santos Vega para recuperar el vehículo sustraído.
El episodio, que quedó registrado en video y se viralizó en redes sociales, exhibió la ausencia total de las fuerzas de seguridad en una zona donde los robos de motos son frecuentes.
El operativo improvisado para recuperar la moto
El incidente ocurrió cuando, a las 21:49, un repartidor alertó a sus compañeros en el grupo de mensajería: "Me robaron la moto en Ezaguirre y Perón. Se fueron por Ombú, para ruta 3". De inmediato, los trabajadores organizaron una incursión al asentamiento donde había ingresado el vehículo conducido por los delincuentes.
En la grabación, una testigo comenta: "Adentro está la moto. Los van a sacar a tiros", mientras observa cómo más de una docena de repartidores avanzan por un estrecho pasillo del barrio marginal.
Dentro del asentamiento, el video muestra a los trabajadores maniobrando entre las calles estrechas y recuperando la moto robada. En ningún momento se observa la presencia de la Policía Bonaerense, principal responsable de la seguridad en la provincia de Buenos Aires, ni de fuerzas federales desplegadas en el conurbano por el aumento de los delitos.
Los repartidores, blancos frecuentes de robos
El robo de motos se ha convertido en una problemática recurrente para los trabajadores de delivery. Las motocicletas son su principal herramienta de trabajo, y ante la falta de respuestas del Estado, muchos deciden actuar por su cuenta para recuperarlas.
En marzo de 2023, un grupo de repartidores de Ituzaingó y Hurlingham ya había protagonizado una situación similar. Tras identificar al ladrón de una moto robada, lo detuvieron, lo golpearon y lo obligaron a confesar dónde estaba el vehículo sustraído.
Cuando la justicia la imponen las víctimas
En ese episodio, también grabado en video, los repartidores ataron las manos del delincuente, lo escoltaron hasta una vivienda en Hurlingham y lograron que otro joven, que tenía la moto en su poder, se la devolviera.
Uno de los trabajadores incluso sugirió llamar a la policía para denunciar a los responsables del robo. Sin embargo, otro repartidor rechazó la idea porque eso significaría iniciar una causa judicial y perder más días de trabajo mientras el vehículo permaneciera secuestrado como parte de la investigación.
En la última parte de la grabación, los repartidores logran recuperar la moto y propinan una última golpiza al ladrón antes de abandonar el lugar en caravana.