"Es una sensación agradable, no es una victoria, es sólo una pausa”, lo dicen los libaneses que de a miles regresan a sus hogares tras el alto el fuego entre Israel y Hezbolá.
La tregua interrumpe un conflicto que dejó miles de muertos y 900 mil desplazados en Líbano, además de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel.
El acuerdo, negociado por Estados Unidos y Francia, propone un respiro en principio por 60 días que incluye la retirada de tropas hebreas y el desarme de Hezbollah en el sur libanés.
Grandes extensiones del Líbano sufrieron los bombardeos israelíes, cuyas fuerzas incursionaron en ese país para enfrentar a los combatientes del movimiento islamista proiraní.
La tregua se produce tras un día de intensos bombardeos israelíes en el centro de la capital libanesa, donde, según las autoridades, murió al menos una decena de personas.
Menos de una hora antes de su entrada en vigor, se registraron bombardeos en los suburbios del sur de Beirut.
En tanto, Hezbolá anunció la noche del martes que había lanzado drones contra "objetivos militares sensibles"; en Tel Aviv
en respuesta a los ataques israelíes en la capital libanesa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que un acuerdo de alto el fuego acordado entre Israel y Líbano debería "abrir el camino", para el fin de la guerra en Gaza.