Sobrevuelos desafiantes, ataques precisos. Los aviones israelíes dieron en el blanco en un puerto y en una central eléctrica, de Yemen, bajo control de los sutíes.
La operación se produjo después de que el grupo rebelde, respaldado por Irán, lanzara ataques contra Israel.
El primer ministro hebrero, Benjamín Netanyahu, afirmó a los iraníes que "no hay ningún lugar en Medio Oriente al que Israel no pueda llegar". "Son días exitosos. Continuaremos combatiendo a Hezbolláh y Hamás, tras el asesinato de Hassan Nasrallah", remarcó.
Ahora, el número dos al mando de Hezbollah, Naim Qassem, aseguró "estar listo si Tel Aviv, lanza una ofensiva terrestre en Líbano, y prometió seguir su lucha en apoyo a Gaza".
Pero poco le importó la advertencia a Israel, que continuó con los bombardeos en el sur libanés.
Los iraníes se manifestaron en Teherán en apoyo a Hezbollha y a los palestinos, tras el asesinato de Nasrallah en Beirut.
El jefe del Consejo Ejecutivo del grupo Hezbollah, se perfila a suceder a su primo, Nasrallah. Israel, lo rastreó por meses, antes de matarlo.
