Dormir bien es cada vez más difícil en un contexto en el que el estrés, la ansiedad y la tecnología invaden nuestras casas.
Esto también ocurre en los pre adolescentes donde soltar los dispositivos móviles es un desafío complejo.
En este sentido, un estudio demostró que los chicos de 11 y 12 años que no apagan el teléfono tienen más riesgo de padecer trastorno de sueño.
Desde ese punto, el 16% de los pre adolescentes dijeron que en la última semana habían sido despertados por una llamada, un mensaje, o un correo electrónico.
Sin embargo, aquellos que optaron por silenciar sus celulares, se vieron menos afectados.
Además, cuando uno deja las notificaciones prendidas, no solo puede despertarse, sino que también puede quedarse jugando un rato en horas de la madrugada.
Frente a esta situación se recomienda controlar el uso de la tecnología en los más chicos, para evitar futuros problemas con el sueño.