La contaminación continúa siendo un tema crucial a nivel mundial. Aunque pareciera haber indicios de que las empresas incorporan políticas nuevas para evitar afectar en menor medida al medio, la situación es crítica.
En este sentido, un estudio científico reveló que la polución acústica y atmosférica durante el embarazo, la primera infancia y la adolescencia, afecta a la psiquis.
Principalmente se asocia con tres problemas comunes de la salud mental: experiencias psicóticas, depresión y ansiedad.
La exposición a este tipo de contaminación afecta a largo plazo, sin embargo, a temprana edad es donde más perjudica ya que comienza el desarrollo en el cerebro y los procesos epigenéticos que suceden en el útero.
Además, no solo influye en este sentido, sino que también la contaminación atmosférica podría provocar un crecimiento fetal restringido y un parto prematuro.
Finalmente, los investigadores aseguraron que el ruido elevado podría generar excitación fisiológica.
A raíz de estos conflictos, radica la importancia de cuidar el medio y preserva a los más pequeños.
