El gobierno porteño ya instaló la fase de "prueba" de los contenedores de basura “antivandálicos” con el fin de que la ciudad esté más limpia, y las personas en situación de calle no puedan sacar la basura.
Hasta el momento se instaló una sola unidad en la intersección de las calles Basavilbaso y Juncal, en el barrio de Retiro.
Estas estructuras tienen un sistema de apertura similar a la de un buzón, de manera que permiten tirar la basura dentro, pero no sacarla y también que se dejen allí residuos voluminosos que no corresponden a los contenedores, que solo podrán ser vaciados por los camiones de recolección.
Además, la tapa funciona con un resorte, diseño que permite que la misma se cierre sola y empuje la bolsa de basura hacia el interior con mayor facilidad que los antiguos que se abren con el pie o que los que directamente se empuja la tapa.
Una vez que se cumpla la etapa de prueba, estos contenedores se implementarán de forma paulatina en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de renovar los antiguos, que no promueven la limpieza e higiene de la ciudad.
