En un mundo donde estamos rodeados de alimentos ultraprocesados, la educación alimentaría es fundamental. Principalmente, desde que uno es chico. Un estudio observó a los niños y niñas de 3 a 6 años y descubrió la complicaciones que esto trae en su salud.
El consumo de alimentos ultraprocesados en la infancia puede ocasionar cuestiones a largo plazo tales como riesgo de sufrir un infarto de miocardio, un ataque cerebrovascular y diabetes.
Además, estos alimentos suelen ser muy poco nutritivos ya que generalmente son ricos en grasas saturadas, azúcares, sal y aditivos.
Por otra parte, los resultados mostraron que el mayor consumo venía de las clases socioeconómicas más bajas, donde la dificultad para acceder a productos saludables es más pronunciada.
Frente a esta problemática, es importante incorporar una buena alimentación lejos de los conservantes para evitar problemas de salud.
Gran parte de los productos son altamente procesados por lo que aprender a leer etiquetas y a comer sano es primordial.