'Showman', algo 'bocón' pero corazón de león sobre el cuadrilátero, Tyson Fury superó episodios depresivos ante una vida difícil, así como suspensiones y el sobrepeso para hacerse con el reinado en pesados, antes de un declive que le llevó a su enésima retirada.
El boxeador británico Tyson Fury, excampeón de los pesos pesados, anunció este lunes su retirada como profesional a través de un video publicado en sus redes sociales. "Voy a ser breve y conciso: anuncio mi retirada del boxeo", explicó. "Ha sido genial, he disfrutado de cada minuto" como profesional del boxeo, agregó.
El anuncio se produce unas semanas después de su derrota contra el ucraniano Oleksandr Usyk en Riad en diciembre pasado, el mismo rival contra el que perdió en mayo de 2024, también en la capital saudita, el primer combate de una carrera llena de altibajos por episodios de depresión y problemas con las adicciones.
El autoproclamado "Rey de los Gitanos", de 36 años, deja sin embargo la puerta abierta a volverse a subir a un cuadrilátero: "Quizás sí, quizás no. ¿Quién sabe?".
Fury, que se retira con un récord de 34 victorias, dos derrotas y un combate nulo como profesional, ya anunció su retirada en abril de 2022 tras vencer a Dillian Whyte, antes de regresar unos meses después.
Las dos derrotas sufridas en 2024 -las únicas en 37 peleas (34 victorias, 1 empate)- contra Oleksandr Usyk, podrían haberle hecho dudar de su capacidad de volver a ser el número 1 a sus 36 años.
A menos que el puente de oro que le ofrecen desde hace años los promotores para un enfrentamiento contra su compatriota Anthony Joshua no le haga cambiar de opinión, Fury se dispone a enfrentarse a otro tipo de adversario: él mismo.
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Quién es Tyson Fury, el campeón de los pesados y "rey de los gitanos"
Mucho antes de convertirse en una fuerza de la naturaleza de 2,06 metros y 127 kilos, el púgil de Wythenshawe, cerca de Mánchester, tuvo que luchar desde su más tierna edad. Bebé prematuro, los médicos eran pesimistas sobre sus opciones de sobrevivir.
Procedente de una familia de gitanos irlandeses, el joven Tyson lleva el combate en los genes. Su tío Peter entrenó brevemente a Mike Tyson, y su padre, que lo llamó así en homenaje al antiguo campeón estadounidense, peleó durante mucho tiempo con las manos desnudas sin licencia, antes de pasar a profesional y ser condenado a once años de cárcel por reventar el ojo a otro hombre en una pelea de bar.
También se le otorga un lejano vínculo de parentesco con Bartley Gorman, el 'Rey de los Gitanos', campeón de Gran Bretaña y de Irlanda de peleas clandestinas sin guantes en antros entre 1972 y 1992. Pero para la posteridad del boxeo, el 'Gypsy King' será Fury, para el que "pertenecer a esta comunidad, es permanente... es mi vida, es lo que soy, y así sea millonario siempre viviré en una caravana".
Tras pasar a profesional en 2008, alcanzó en una primera ocasión la cumbre siete años después, destronando para sorpresa general a Wladimir Klitschko para hacerse con los títulos AMB-OMB-FIB. Había nacido una estrella, capaz de disfrazarse antes de los combates de Batman, centurión romano o rey coronado, o de cantar sobre el ring, sobre todo 'Sweet Caroline' de Neil Diamond.
"Siempre seré gordo"
Pero Fury no tardó en conocer un descenso a los infiernos. Tras dar positivo por cocaína, despojado de sus títulos y diagnosticado como bipolar, cayó presa de una profunda depresión. "Espero que venga alguien a matarme antes de que me suicide", confesaba en 2016.
Recuperó su carrera en 2018. Y con ella una barriga inusual en deportistas de élite. "No cambiaré nunca. Siempre seré gordo y blanco". Ante el estadounidense Deontay Wilder se fue al suelo pero se levantó dos veces en su primer combate, para un nulo que sorprendió al mundo del boxeo.
Los dos enfrentamientos siguientes, ganados por el británico, dejaron para la posteridad una trilogía épica. Comienzan entonces a ser pocos los rivales a su altura. La gran pelea contra Joshua no llega a concretarse, y Fury se cansa de esperar. Hasta el surgimiento de Oleksandr Usyk, poseedor de los títulos AMB, FIB y OMB.
Fury pierde el primer combate a los puntos, en ausencia de su esposa París, que pierde a su octavo hijo en un aborto espontáneo. Promete cuidarse para la revancha. Lo hace, pero el ucraniano se muestra más fuerte. El 'Gypsy King' no cae en 24 asaltos, pero pierde su aura. Y ello le lleva a colgar los guantes, quizá definitivamente.
AFP / ds