Es una frase que se repite hasta el cansancio cuando se habla de política: el poder desgasta, cansa, agota, estresa. No hay presidente que escape a esa máxima. Quien mejor lo sabe es Mauricio Macri. Porque a un mes de haber llegado al Gobierno y a tan sólo una semana de haber regresado de sus vacaciones familiares en Villa La Angostura, el mandatario ya muestra síntomas de cansancio.
El jueves tras finalizar actividades que desarrolló en Santa Fe, donde se reunió con tamberos y los deleitó con un nuevo show de baile, y en la Quinta de Olivos, donde mantuvo reuniones hasta pasadas las 19; un helicóptero lo llevó hasta su quinta Los Abrojos en Los Polvorines. Allí, el mandatario se dedicó a hacer lo que más disfruta: jugar con su pequeña hija Antonia. Sin embargo, el juego terminó en un accidente doméstico. “El jefe de Estado perdió el equilibrio y cayó haciendo peso sobre un costado del cuerpo lo que le provocó la fisura del arco posterior de la décima costilla derecha”. Enseguida fue derivado a una institución médica de la zona donde “se constató la lesión y se le indicó el uso de una faja y tratamiento sintomático con control evolutivo”, según informó Presidencia. Inmediatamente el mandatario subió a Twitter, una imagen suya pintando con acuarelas junto a Antonia para llevar tranquilidad.
Pero ésta no es la primera vez que su cuerpo le pone un freno esta semana. El martes estaba programado un partido de fútbol en Olivos. Integrantes del Gabinete y funcionarios vistieron casacas de Boca y de River, pero Macri se bajó a último momento por una dolencia en el pecho. Al día siguiente, se sometió a un chequeo médico en la Fundación Favaloro que incluyó “controles aeróbicos para evaluar su estado físico debido a la habitual actividad deportiva que realiza en su tiempo libre. Estos controles consisten, entre otros, en actividad sobre una cinta durante los cuales se evalúan respuestas físicas y cardíacas”, se indicó en un comunicado. Luego Macri se duchó en el hospital y compartió el almuerzo con Alfonso Prat-Gay.
Se sabe que Macri quedó muy sensibilizado tras el fallecimiento por muerte súbita el 21 de diciembre de su amigo Juan Carlos “Polito” Ciminari, de 66 años, mientras jugaban un partido de paddle en Los Abrojos. Y los antecedentes familiares de índole cardiovascular por parte de su padre y hermano, según pudo averiguar PERFIL, no le son indiferentes.
Por definición “el estrés es la relación entre las cargas físicas y mentales y la capacidad de resistencia de una persona. Cuando las cargas superan esa capacidad, aparecen primero síntomas y después patologías relacionadas con el estrés como insomnio, síndrome de ansiedad y enfermedades cardiovasculares”, explicó a PERFIL Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés. Para el experto, “el estrés de los políticos es inherente a su actividad. Hay políticos que tienen mayor capacidad de afrontamiento que otros, son los que menos patologías presentan”.